viernes, 31 de julio de 2009

Millán y la Feria de Albacete

En esta mañana fría, y para celebrar que la madre del Choco ha salido sin problemas de una operación (menos mal que no era con el Dr Bigotes) le dedicamos este video, protagonizado por la mitad graciosa de Martes y 13, Millán Salcedo (la otra mitad, como bien se ha visto, no vale ni para vigilar la zona azul).
Una oda a la Feria de Albacete



"Tiene la boca abierta y no es por que hable,
es por que es una muñeca hinchable"

Y ya que estaba no me puedo resistir a meter ese momento cumbre de Martes y 13 que fué la entrevista a Paca Carmona. Pero que bien estaban cuando estaban bien

miércoles, 29 de julio de 2009

Crankkkkkkkk

¡¡¡Chev Chelios, you’re a motherfucker!!

Es la frase más oída en esa odisea apocalíptica y alucinada que conforman "Crank" y "Crank 2", dos estupendas películas de acción, una muestra de lo que todavía se puede hacer uno de los géneros más ninguneados de los últimos tiempos. Será porque aquí no hay denuncia social, se insulta a todo el mundo, seas de la raza que seas, y los personajes no tienen un proposito de enmienda o aprender algo al final. No sólo por que seamos fans del género somos jilipollas. Sabemos que hay mucha mierda, pero de vez en cuando aparecen pelis como estas que de verdad te clavan al sillón, reafirmando tus creencias
La huida siempre hacia delante del personaje de Jason Statham le lleva a lo largo de las dos pelis a convertirse en algo más que un hombre, en una especie de mutante al estilo Tetsuo, o en algo…distinto.
Si en la primera el impulso para seguir adelante es la necesidad de producir adrenalina que bloquee el veneno (“esa mierda china”) que le han inoculado, en la segunda es la electricidad la que mueve la maquinaria del que ya es nuestro nuevo héroe de acción favorito ( no por nada esta segunda parte en inglés se subtitula High Voltage).
Los planos imposibles, los destrozos, la mezcla de efectos visuales que nos ayudan a ver las cosas como las ve Chelios dan un salto hacia delante en Crank 2, donde parece la pareja que forman Mark Neveldine y Brian Taylor, guionistas y directores de ambas películas, deciden inocularse lo que Chev y rodar la película al tiempo, mezclando todo, y digo TODO lo que se os pueda imaginar. Amplificando las situaciones de la primera y transformando de paso a su protagonista en una especie de semidios indestructible, un Jason Vorhees al estilo de "Viernes 13" invulnerable, una fuerza de la naturaleza que luchará contra viento y marea con el fin de obtener lo que desea.
El turmix de canciones que acompaña la primera parte del trip de Chev también se multiplica, se distorsiona y se convierte en algo más allá de lo que habíamos oido (como Crank 2 se convierte en algo más allá de lo que habíamos visto) en el momento en que comprobamos que es Mike Patton quien compone la partitura, tocando todos los instrumentos y moviéndose por las aguas pantanosas que hay entre el rock duro, el metal, el noise y el “no se que más” que la cabeza del Fantomas puede idear.
La chica del nuevo superhombre que es Chev es Amy Smart, una pequeña preciosidad rubia que llevaba dando tumbos por hollywood desde hace algunos años sin afianzarse totalmente. Se suelta totalmente la melena en estas pelis, enseñando carne y un buen par de cojones, no en vano es la chica de Chev Cheelios, y eso, chicas, es too much.
Jason Statham se presenta como el actor ideal para esto, un nuevo tipo de acción distinto de los duros de siempre, con ese deje tan brittish de asco y mala ostia que tanto nos gustó en “Snatch, cerdos y diamantes
Ultraviolencia, tetas (vaya escena en el striptease del principio de la segunda), guerras de bandas, mafia china y colombiana, visiones alucinadas, drogas a tutiplén, sexo público, humor absurdo, helicópteros, Corey Haim, Jenna Haze y malas pulgas.
Ruego a los dioses por un Crank 3, con Chev convertido en algo más allá del entendimiento.

John Belushi, el último samurai

A última hora de la tarde John Landis, director de The Blues Brothers ( Granujas a todo ritmo) , se levantó encolerizado y cruzó el escenario de la película. El equipo estaba esperando y Belushi se negaba a salir de su trailer privado.
Landis fue hasta el trailer y abrió la puerta. Había coñac Courvoisier derramado por doquier y orina sobre el suelo. Encima de la mesa había un montículo de cocaína.
- ¡John, te estás matando! - vociferó (John) Landis - Esto resulta económicamente inviable. ¡No le hagas esto a mi película!
John cabeceó repetidamente.
- No me hagas esto. No se lo hagas a Judy. ¡No te lo hagas a ti!
Belushi se limitó a alzar la vista.
¿Era posible escapar de aquella locura? se preguntaba Landis. Recogió el polvo blanco y lo arrojó por el retrete.
John se incorporó tambaleante, musitando, y avanzó hacia Landis: 100 kilos contra 60. Landis cerró el puño, se echó para atrás y golpeó a John en la cara. Belushi se desplomó. Landis no sabía quien de los dos estaba más sorprendido. Dios, acabo de atizarle a la estrela de mi película, un amigo y colaborador, y es lo bastante grande como para matarme, pensó.
John no se levantó, ni siquiera se movió. Luego agachó la cabeza y rompió a llorar.
- Estoy tan avergonzado, tan, tan avergonzado.
Se levantó, temblando, y echó sus brazos en torno a Landis.
- Por favor, entiéndelo.
Landis no lo entendía ¿Que era lo que John encontraba en las drogas? Había tanto en juego: su carrera, su familia, su propia vida.
- ¿Por qué? - le preguntó
- Lo necesito. Lo necesito - respondió John con un hilo de voz - No podrías entenderlo.”

"Como una moto. La vida galopante de John Belushi" Bob Woodward

La mañana del 5 de marzo de 1982, el cuerpo sin vida de John Belushi , de 33 años, fue encontrado en su habitación de hotel en Los Angeles, víctima de una sobredosis producida por una inyección de speedball (cocaína y heroína).
En el suelo del wáter de aquella habitación de hotel se acababa una de las carreras más prometedoras de la historia del cine y el espectáculo de Estados Unidos.
John Belushi, la perla del Saturday Night, el animal desatado capaz de contonear todo su cuerpo en busca del movimiento preciso, de la sonrisa adecuada, el ser encantador y ocurrente, el actor bestial y salvaje, llegaba al final de una carrera que fue demasiado deprisa demasiado pronto.
Víctima de un ego y de una inseguridad enormes, Belushi se sumió en un ritual de excesos sin marcha atrás.
Ávido de todo tipo de experiencias, vitalista hasta la extenuación, un primerizo uso de la coca para aguantar las extenuantes sesiones de trabajo del Saturday Night dio a paso a una adicción que no pararía más que en contados periodos de tiempo y despues de contratar a auténticos sabuesos guardaespaldas que lo acompñaban a todas horas evitando que John accediese al polvo blanco. Encontró en la cocaína su fiel compañera, que le permitía estar de farra varios dias seguidos, en los que era capaz de hacer absolutamente de todo, sin parar para tomar el aire o pensar en su siguiente paso. La realidad pasó a ser algo distorsionado y paranoide, con los estudios de Hollywood como gran enemigo a batir, incapaz de concebir cualquier objeción, o estabas con él o estabas contra él.
A partir del desastre de Mis locos vecinos, John comienza un via crucis personal que acabaría con su vida a merced de esa mezcla mortal.
Obsesionado con su último guión y con la música punk, sus últimos días son una montaña de cocaína y todo un reguero de amigos y conocidos preocupados de lo que ocurría alrededor del huracán Belushi.
Después venían las sinceras disculpas, los bajones, el propósito de enmienda, el encantador de serpientes volvía a convencer a todo el mundo de que aquella vez iba a ser la definitiva…
Bluto de “Desmadre a la americana” y Elwood blues le habían colocado en lo alto. Todos querían trabajar con él y su inseparable amigo y socio Dan Ayckroyd, cabeza pensante de la pareja, que en las fechas de su muerte ultimaba el guión de sus próximas películas para la pareja “Espias como nosotros” y “Los Cazafantasmas
Pero no pudo ser. La bola de nieve (nunca mejor dicho) arrastro al aparentemente indestructible John Belushi hacía un final que, en el fondo, no sorprendió a nadie
Toda esta información sale del estupendo libro que acabo de devorar compulsivamente, escrito por Bob “Watergate” WoodwardComo una moto. La vida galopante de John Belushi”, donde el peridista, en un auténtico alarde de documentación, nos muestra la veloz subida, y triste caída del cómico estadounidense. Con un estilo directo y mostrando una tonelada de datos apabullante (horas sin dormir, cuentas en bancos y hoteles, minutos hablados por teléfono, gramos exactos en cada compra) que te sitúa en el momento y en el lugar, en el centro de la extenuante vida “normal” del actor, en el medio de una historia de éxitos, decepciones, sórdida en ocasiones, tierna en otras, nunca moralizante o prejuiciosa. Woodward tuvo la suerte de contar con fuentes de primera mano, teniendo en cuenta que comenzó a investigar alrededor de la vida de Belushi cuatro meses después de su muerte a instancias de la viuda del actor, Judy, su gran compañera desde el instituto con la que se casó cinco años antes, que se sinceró con el periodista y hasta le entregó su propio diario. Desde personajes tan reconocidos como Jack Nicholson, John Landis, Steven Spieberg, Carly Simon, Michael Eisner, Louis Malle, Dan Ayckroyd, hasta camareros o camellos, incluyendo el chófer de un limusina que compartió una alucinante jornada de más de 24 horas con el actor, hasta un total de 267 entrevistas que nos permiten reconstruir el tiempo que vivió Belushi, un reflejo de la sociedad que tomaba el poder, desencantados de todo (Watergate, Vietnam, etc), cínicos, prácticos. Cada época tiene su droga, y la heroína y sobre todo la coca habían llegado para quedarse. En 'Como una moto' encontramos un relato de la desenfrenada vida americana en los primeros 80 donde la cocaína no era una droga, sino un elemento para sociabilizar. Actores de televisión que se ganaban sobresueldos como camellos o actores de primer orden como Robert de Niro, Carry Fisher o Robin Williams se gastaban fortunas en coca.
Los últimos dias de vida de Belushi están retratados casi minuto a minuto y de verdad no puedes evitar pararte a pensar de qué estaba hecho aquel hombre, porqué se infligía tanto dolor y de una manera tan compulsiva.
Uno de los mayores cómicos de Estados Unidos no era capaz de ser feliz por si mismo.

lunes, 20 de julio de 2009

"Socarrat" de David Moreno


David Moreno y yo veiamos “Kuffs” en mi recién comprado video vhs Saba. Desde entonces muchas cosas han cambiado: la carrera de Christian Slater ha estado a punto de acabarse muchas veces ( no se si lo ha hecho definitivamente), Milla Jovovich sigue estando buenísima y David ha conseguido lo que siempre quiso: meterse en el mundo del cine.
Estoy hablando del año 1993 o por ahí, y a los dos nos encantaba ver películas quien las dirigiera o actuara, había que verlo todo.
Cuando todos los demás dábamos tumbos con 18 años sin saber que estudiar o que cojones hacer con nuestra vida David lo tenía claro (algo que siempre le envidié): él quería hacer películas. Con el tiempo consiguió convertir esa aficion en profesión, una de las mejores cosas que pueden pasarte.

En todo este tiempo, desde que se fuera a Madrid a hacer la carrera (chiste fácil) se repite el mismo ritual cada vez que nos vemos ¿qué estás haciendo? No siempre tienes a alguien metido en un mundillo tan interesante y tan cambiante. Si algo he podido entresacar de lo que me cuenta es que es como ser un tiburón, hay que ir siempre hacia delante si quieres llegar a alguna parte, lo que puede llegar a ser bastante estresante, sobre todo teniendo en cuenta que hay muchos más tiburones en el mismo agua que no dudarán en pegarte un buen mordisco en las pelotas si así pueden avanzar ellos.
En consecuencia ha habido de todo a lo largo de los años, varios cortos, algunos guiones de pelis comprados que no vieron la luz (uno en especial que transcurría en las Lagunas de Ruidera me encantaría verlo en la pantalla grande alguna vez), otro mazo de guiones que nadie compró y millones de historias sin escribir aún en su cabeza.
Desde hace unos años se metió en el mundo de la tele ("Hospital Central”, “Acusados”, “Círculo rojo”), que un poco de estabilidad no viene mal a nadie. Harto de perder el tiempo intentando convencer a jilipollas de la validez de sus ideas monta su propia productora, almaina producciones, junto a su (nuestra) gallega favorita, Raquel.
Y ahora llegamos a lo que nos ha traído hasta aquí, “Socarrat”, un corto cojonuten donde se nota que nuestro guionista ha puesto toda la carne en el asador. De factura impecable, trata un manoseado tema como es las familias disfuncionales de una manera original y concisa. Nada sobra y nada falta que diríamos. El david echa la casa por la ventana y consigue hacernos creíbles a unos personajes con apenas un par de frases.
A mi me ha encantado, y a juzgar por la carrera que va haciendo en la “gira” de festilvales de cortos en la que David y Raquel se han metido de cabeza dándolo a conocer no soy el único que piensa que esta cojonuten:
- Segundo premio XI Certamen de Cortos de Ripollet

- Best International Film - San Francisco Frozen Film Festival

- Premio Bidesari en CAÓSTICA 7

- Premio Especial del Público en “XVI CERTAMEN NACIONAL DE CORTOMETRAJES” de MULA

- 1er Premio XIX Certamen Calamonte Joven

- 3er Premio Ficción FDI EL SECTOR

- 2º Premio III ACURT

- Mención Especial (corto + votado por el público, II San Javier En Corto)

A ver si con el tiempo se me anima y lo cuelga en el youtube o algo así para que todos podais disfrutarlo.
Os he contado como empezó y como llegó a donde está. No se si él estará de acuerdo conmigo pero pienso que este es el punto de inflexión definitivo, desde aquí, David, el cielo es el límite, sólo espero que no olvides de los colegas cuando Martin Scorsese te deje suelto para para la máquina de café que hay en uno de los pasillos de acceso al escenario donde se celebran los Oscars (vale que los Oscars son una mierda, pero cuando se lo dan a otros)
Aqui teneis su facebook para saber todo lo posible, meteos, Morlocks albinos.

viernes, 17 de julio de 2009

Portugal 2


El segundo día partimos en dirección al mar a ver Sintra, pequeña ciudad que perece fue el centro del retiro de los ricos en el siglo XIX y principios del XX, ya que cuenta, en medio de una vegetación tan frondosa como la de Galicia, con el palacio de verano de los depuestos reyes portugueses, el también peculiar y exótico Palacio da Pena, un edificio enorme construido en lo alto de una loma rodeado de especies vegetales de medio mundo y que daba la impresión de haber sido compuesto con trozos de otros palacios. Todos lo reyes portugueses hacía su aportación a la construcción y eso le confiere ese aspecto tan ecléctico y sobrecargado, con cúpulas morunas sobre arcos góticos o exageradas figuras barrocas y modernistas.
Más abajo del Palacio da Pena esta la Quinta da Regalía, palacete perteneciente a un antiguo burgués de Portugal que hizo fortuna en Brasil y lo compró. El amigo además era masón, y gustaba de la magia, los templarios y algo de ocultismo, por lo que decoró el edificio de una manera abigarrada a más no poder, llenándolo de símbolos que no llegábamos a comprender por no haber querido gastar dinero en un guía. Y es que éstos portugueses lo cobran todo, no penséis en ver nada gratis.

Además el jardín del palacio era enorme y estaba compuesto de lugares con nombres como Fuente de la Sabiduría, Paseo de los dioses, Plaza del guardián o el impresionante Pozo de la Iniciación.
Después de un día de relax por Portugal y la playa de Cascais, donde descubrimos una sorprendente placa en honor de una visita de Aleister Crowley, finiquitamos Lisboa al día siguiente visitando el monasterio de los Jerónimos en Belem, lugar donde está enterrado Vasco de Gama. Alrededor de aquel lugar nos pilló un desfile de la policía de Lisboa que parecía una película de Ozores. Y ahí si que constatamos que Portugal vive al menos 15 años atrás que nosotros, en los ochenta vamos.

Después de casi morir de insolación mientras íbamos a ver la puta Torre de Belem salimos cagando leches hacia Coimbra, donde pasamos la últimas noches del viaje.
La ciudad es como la Salamanca de Portugal ( entendedme, en pequeño y pseudo cutre) y estos días estaba de aniversario de un levantamiento estudiantil contra el mamón que les tocó a ellos como dictador, Salazar.
Si en Lisboa había cuestas aquí son directamente paredes, eso si, es más barato que la capital (que a su vez es igual de cara que el Poblado, lo que no está nada mal) por lo que la manduca y bebida corrieron alegremente ( no nos engañemos, aunque no hubiera sido más barato habrían corrido igual de alegres).
La noche de llegar, después de seguir innumerables pistas falsas en busca de un bar de rock encontramos uno de casualidad. Lo atendían un viejo y un chaval y sonaba Bob Dylan a toda ostia. Eso y el cartel de Guinnes de la entrada nos convenció y pasamos, sin saber que aquella noche no había hecho más que empezar.
Al rato de estar allí, a punto de irnos, Luis, como no, se pone a hablar con el chaval, preguntándole a que otro bar podíamos ir (con dos cojones). El chaval resulta ser francés, y lleva el bar con su padre, el viejo de antes, belga de nacimiento pero viajero incansable. Me dibuja en una hoja los países de África donde ha trabajado y son más de veinte, además de Asia, Europa, etc. El chaval habla castellano por una novia mexicana que tuvo y en francés con su padre. Deducimos que la única portuguesa en esa casa es la madre.
La cosa se anima, nos pedimos más copas y el amigo belga, mientras habla de armas, nos saca chupitos de bourbon que nos vuelcan.
Cuando ya decidimos irnos Nicolás, el chaval, nos lleva a un pedazo de fiesta universitaria enorme en una especie de jardín y después a una discoteca rockera donde nos avisan que no hagamos demasiado el cafre, o sea, lo que se espera que uno haga en una discoteca rockera ¿no?. Estos portugueses son algo sosos.
Al día siguiente la consabida resaca. Tan sólo el italiano y yo fuimos capaces de amanecer de la siesta a las cinco de la tarde para intentar ver la engañifa esa de la Ciudad de los Pequeñines, 9 eurazos que nos ahorramos para gastarnos en Guinnes una terraza cojonuten encima del río que corta Coimbra en dos.
Y ya la back home, con comilona en una auténtica ciudad castellana: Ciudad Rodrigo, ahí es nada.

Un viaje cojonuten, claro que siempre que te vas con tu wild bunch, aunque sea a pasar una semana al Toboso, te lo pasas de puta madre.
Aprendimos lo justo de ese idioma que parece de broma que es el portugués y a entrar a los restaurantes armados de paciencia, ya que todos los camareros portugueses parecen hacerse los suecos. Además comprobamos que el hielo, incluido el de las gasolineras, es una mierda en todo el país, se deshace enseguida y es muy pequeño, como los vasos de tubo, que tendrían la mitad de la capacidad de los nuestros.
Y para terminar dejar claro la mentira, y gorda, del mito aquel de que las portuguesas tienen bigote. Totalmente falso, son unas preciosas mujeres morenas de pelo largo que más de una vez nos dejaron a los cuatro desgraciados con la boca abierta.
Obrigado morlocks.

Chiquito Vs. Leslie Nielsen

El mejor trailer de la historia de los trailers.
La película no lo se, pero el listón se lo han puesto altísimo ellos solos

Una vez más, los mundos se encuentran.
Lo mejor de cada casa ¿Te das cuen?


When the electricity came to Arkansas


Ayer me encontré con este video y pienso que es ideal para un viernes entreverao como este.
Ved y escuchad la voz cazallera del gran Jim Dandy con su grupaco sureño Black Oak Arkansas mientras toca la tabla de lavar en ese megatemazo que es "When the electricity came to Arkansas".
Para todos vosotros, motherfucker, y en especial para ese padre y guitarra bestial que es el Payodeono.

jueves, 16 de julio de 2009

Portugal 1

Como ya os comenté hace una semana otros tres desgraciados y yo mismo no fuimos de vacaciones al little país vecino, la patria de Vasco de Gama, y al parecer el sitio ideal donde comprar montones de toallas, Portugal.
Después de cruzar el puente colgante clavado al de San Francisco llegamos a nuestra primera parada, cuatro días en un apartamento cojonuten en medio del Barrio Alto de Lisboa, una especie de Malasaña, donde después de acojonarnos un poco por el aspecto decrepito del edificio nos encontramos con un pedazo de piso que no parecía para nada de alquiler.
Ese mismo día, antes de dejar las maletas, ya habíamos elegido nuestro bar favorito de Lisboa, el Zapata, un local de currelas no demasiado limpio (auténtico vamos) con los taburetes clavados al suelo donde ponían unos caracoles de escándalo y pudimos probar una de las dos cervezas que tienen copado el mercado luso: una Super Bock. La otra es Sagres, pero la Bock está mejor.
Dejado el equipaje, y a pesar de que llevábamos comida y bebida para un regimiento, salimos a dar una vuelta, a hincharnos de mojitos y de unas estupendas bombas de relojería llamadas tequila sunrise, en un bar rockero atendido por un chaval finlandés (¿o era sueco?, no me acuerdo) de padre portugués donde el que escribe cantó a pleno pulmón Bohemian Rhapsody con el camarero y un amigo de igual pinta vikinga.
Al día siguiente pudimos comprobar dos cosas:
a) En los sofás no se duerme como en una cama
b) El edificio estaba siendo rehabilitado, y, a las 9 de reloj, con puntualidad inglesa, comenzaba una sinfonía de tabiques tirados, taladros, sierras y yo que coño se más (cabronazos). Aunque al menos eso nos ayudó a no quedarnos durmiendo de más, y a pesar de la inevitable resaca salimos a patear Lisboa. Como Roma, la capital de Portugal esta construida sobre siete colinas, lo que hace que tenga una putas cuestas parte piernas del dos.
A pesar de que corría el aire el bochorno se dejaba notar y caminar al sol era una putada, por lo que más de una vez enseñamos nuestras barrigas a los lisboetas.
Lisboa se destruyó casi por completo a mediados del siglo XVIII, por lo que casi todos los edificios son relativamente modernos, del XIX sobre todo, con un gusto peculiar por los colorines en las fachadas y los techos de pizarra tan ingleses.

Subimos al elevador de Santa Justa, un pedazo de ascensor que te levanta sobre la ciudad diseñado por Eiffel y que está al lado del convento do Carmo, un edificio gótico enorme del que sólo sobrevivieron al terremoto sus paredes y arcos, por lo que muestra un aspecto fantasmagórico, como si estuviera perdida en medio del campo.
El palacio de San Jorge que corona la ciudad, el tranvía, la inmensa plaza del comercio ( los portugueses tienen todo dedicado al comercio y a los descubridores, ampliadores del comercio al fin y al cabo) y un poco de bacalao llenaron ese día en el que además compramos unos vinilos y fuimos dándonos cuenta de que todos somos un poco puñeteros.


Toda Lisboa parece que se cae a pedazos, llena de humedades y desconchones, decadente que decía el Choc. Reconozco que no me encantó al principio, pero cuando lo pienso ahora no lo recuerdo así. Digamos que no me entró por los ojos.

martes, 14 de julio de 2009

John Fogerty en San Javier 10/07/2009

Thought I heard a rumblin
Callin to my name,
Two hundred million guns are loaded
Satan cries, take aim!
Better run through the jungle,
Woa, dont look back to see.


El pasado viernes 10 de junio, en el auditorio de San Javier (Murcia), en medio de un bochorno respetable por el que apenas conseguía escapar una brisa fresca y rodeado por simpáticos cincuentones tuve la oportunidad de ver al gran John Fogerty, el compositor de todas aquellas maravillas que eran las canciones de la Credence Clearwater Revival.

Nunca había venido a España, y aunque la bastarda Credence Clearwater Revisited si lo había hecho aquello no podía estar completo sin este hombre, verdadero peso pesado del rock setentero y pantanoso.
La mala memoria del Payodeono le hizo caerse del concert, pero al final me acompañó la mejor anfitriona del mundo, la buena de Isa Cortés, que además de acogerme en su casa a tutiplén (ayudada por el bueno de Jordi “The man from Colditz”) hizo todas estas fotos tan bestiales que acompañan estas humildes palabras en comparación. En su flickr podeis ver lo bien que se nos maneja la murcianica de adopción con la cámara.

Desde el principio la cosa pintaba bien con dos guitarras en el escenario aparte de la batería, un violin que nos dejaría pasmados más adelante, teclados y el bajista.
A las 10 y poco de la noche apareció de negro riguroso Mr Fogerty, tocando una poderosa versión de “Hey tonight” y marcando la tónica de un concierto que no hizo más que crecer. Clásicos de la Credence mezclados con temazos de su carrera en solitario, rejuvenecidos y adaptados a un directo contundente y bastante duro, con un virtuoso Fogerty cambiando de guitarra a cada canción, perfectamente arropado por a veces ¡5 guitarras! y una rocosa bateria que no paró un segundo.

Y es que este hombre esta en forma, señores, la inconfundible voz del compositor de "Bad Moon Rising" continuaba igual que en sus clasicos discos, si bien su fuerte siempre fue y será la guitarra.
Estuvo simpático y cercano (nos enseñó un dibujo que había hecho su hija pequeña e hizo bajar a un tío que le pedía un apretón de manos con una pancarta desde arriba del auditorio para hacerlo)
Abajo os he dejado la impresionante lista de canciones que interpretó en dos de las horas más cortas de mi vida, de las que yo destacaría en especial "Ramble Tamble", una de mis canciones favoritas de todos los tiempos y que tocó nada más empezar; "Suzie Q", como no; el bestial trio que se marcó hacia la mitad con "Have you ever seen the rain" (¡emocionante versión!), un potentísimo "Keep on chooglin’" y "Born on the Bayou"; y como no, "Fortunate son", la última canción antes del bis.

Hey tonight
Green river
Suzie Q
Looking out my backdoor
Who’ll stop the rain
Ramble Tamble
Midnight special
Big rain from Memphis
Don’t you wish it was true
Joy of my life
Workin’n on a building
Have you ever seen the rain
Keep on chooglin’
Born on the Bayou
Jambalaya
Somebody help me
Rock and roll girls
Down on the corner
Centerfield
Old man down the road
Fortunate son
Rockin’ all over the world
Proud Mary

Cojonudo, con el público totalmente rendido a los pies del genio Fogerty, que no se durmió en los laureles del que sabe que tiene un repertorio a prueba de bombas y nos demostró que sigue teniendo aquello que le hizo grande entre los grandes, dejándose los huevos en uno de los mejores conciertos que he visto en tiempo.


Os dejo un video del propio concierto de San Javier, se ve un poco mal pero es un documento exacto de cómo sonó aquello y de lo entregado que estaba todo el público.

lunes, 13 de julio de 2009

Jennifer's body


Vuelvo de vacaciones en esta jodida y calurosa mañana sin ganas de escribir en absoluto.
Ya os iré contando más cosas en los días siguientes, que algo ha pasado en estas siempre cortas vacaciones, y si las voy dejando pasar se ponen rancias y huelen a ropero viejo. Pero quería dejaros una breve pero jugosa noticia cinematográfica para ir abriendo boca. A mi por lo menos me ha alegrado este lunes maldito.
Ya tenemos cartel en condiciones y trailer de "Jennifer’s body", la siguiente película de Megan Fox, con la protagonista de "Transformers" encarnando a una animadora poseída por el demonio ( Megan Fox + demonio + animadora= ¡Bien!) con guión de Diablo Cody, la de "Juno".
Sólo la premisa de la Fox desatada en plan súcubo zorrangana devorahombres hace que me tiemble el pulso al escribir estas líneas.
Se estrena en los United en septiembre, esperemos que no tarde en llegar por aquí, porque el trailer ya es demasiado.