miércoles, 14 de julio de 2010

Azkena 2010. Despachos de guerra. Sábado 26.

El sábado amaneció un poco más tarde que el día anterior.
Se notaba ya el cansancio de la campaña y los ánimos estaban más templados. O sea, que hacíamos todo más despacio.
El día anterior contamos con la incorporación de un nuevo soldado a nuestro pelotón, y los seis salimos a la consabida plaza a disfrutar del que habría de ser uno de los conciertos más divertidos, buenos y sexy del festival, la actuación de
EL VEZ.

El mítico cantante mexicano/americano se subió al escenario de la plaza de la Virgen Blanca con sus imposibles monos estilo Elvis, sus Mariachis, o lo que es lo mismo, dos guitarras, bajo y batería buenísimos, y las Elvettes, coristas y bailarinas preciosas (sobre todo la morena, flechazo instantáneo al pelóton al completo) que seguían sin pausa las frenéticas coreografías del Elvis mexicano.Hablando en espanglish, El Vez se nos metió a todos en el bolsillo. Simpático, cercano y sanote, se le notaban las ganas de hacer un buen espectáculo y que la gente se lo pasara bien, a pesar de la solanera de cagarse que aguantamos.

Aparte de sus ya míticas versiones de Elvis (Su versión de “In the ghetto” se llama “En el barrio” y contiene la impagable la traducción de la frase “And his mama cries” por “Mamacita cries”), El vez nos explicó que había conseguido un sueño de su niñez, compartir escenario con Kiss. Que después de Elvis, para él estaban los Kiss, sus heroes de todos los tiempos, y para la ocasión se cambió de mono (again) por uno negro de vinilo (y las Elvettes también, bufff, sudo de acordarme) e hizo un medley de temas Kisseros como solo él puede hacerlos. Además toco temas de Alice Cooper y, atentos, el “Eres tú” de Mocedades, donde todos pudimos comprobar que es una canción que se sabe TODO EL MUNDO. Os he contado todo lo que he visto, y como me han impactado cosas como Jim Jones Revue o Kiss, pero si tenemos que hablar de un concierto pequeño y auténtico, rockero a tope, que te dejara sorprendido con ganas de más, ese sería el de este pequeño Elvis Impersonator. Autentica sorpresa que no dejaremos escapar en futuras visitas al país. Después, en un bar de al lado, tres tíos montaron los trastos y nos metieron un concierto stoner en toda regla, de puta madre, machacón y repetitivo, como debe ser lo que acabó por dejarnos flipados del rollo que hay en este sitio por la música Como ya decía acusábamos el cansancio de las duras jornadas de batalla y después de comer en un mesón que parecía el Poney Pisador, con unos camareros de todo menos simpáticos, volvimos a recalar en el Iguana Kafe, donde mientras nos echábamos unos gin tonics en condiciones el pelotón se deshizo temporalmente, tan sólo el Payodeono y Lolete se animaron a subir al recinto a ver a Maggot Brain y Cubical, decisión que envidio ahora pero que en su momento fui incapaz de tomar. No se cómo conseguí quedar a lo que quedaba de la tropa que quedaba allí (no sé si habrían subido de no tirar de ellos como lo hice, la verdad es que aquel garito molaba un montón). Llegamos cuando NRBQ actuaban en la carpa, y a pesar de tener ganas (curiosidad más bien) de verlos no me acabaron de convencer.Al igual que el día anterior, donde fue el Payodeono el instigador y más interesado en que nos metiéramos lo más adelante posible en Kiss, hoy era el Choco, el mayor fan de BOB DYLAN que conozco, quién tiró del carro para acercarnos a ver al clásico.Una batería clásica como las que comenté días atrás, un pedal steel, dos guitarras y dos bajos esperaba en lo que parecía más el escenario de un local al principal de un festival.
Al momento salen lo músicos, todos uniformados de traje gris, y detrás de ellos el Hombre en persona, con un traje muy poco favorecedor que le hacía parecer enano.
Sin mediar palabra el concierto comenzó y, entre que yo no soy un gran fan de Dylan, y que en los conciertos cambia las versiones a placer, sólo reconocí dos de ellas.
La banda bestial, como no, pero el gran momento fue cuando se levanta del órgano y se cuelga la guitarra. Al Choc casi le da algo, porque como nos cuenta (unas quince veces) es la primera vez en años que Dylan toca la guitarra en directo.Versiones larguísimas con finales inciertos que desembocaron en un “Like a rolling stone”, que todos coreamos, acabando así otro conciertazo en tan sólo 72 horas.Y allí se jodió el día. Comenzó a llover a cántaros y corrimos a refugiarnos en la carpa donde tocaban los New York Dollescos TOILET BOYS, que debieron flipar de su exitazo, en la carpa no cabía ni un alfiler, todos intentábamos cobijarnos debajo.Sin prestar mucha atención a esos tíos corrimos a ver a CHRIS ISAAK. Algunos valientes se metieron al mogollón debajo de la lluvia, el resto nos cobijamos como pudimos bajo unos árboles adyacentes que algo nos resguardaban. Y la verdad es que fue una pena porque no pudimos ver el concierto como se merecía.El escenario estaba decorado hasta arriba un poco hortera, pero cuando Isaak salió con su traje azul marino con bordes en blanco ya nadie se fijó en lo que tenía detrás.
Llevaba una banda bastante grande que le seguía a las mil maravillas mientras él se movía de aquí para allá, bromeaba con el público y hacía lo que podía para luchar contra la lluvia que aún así no consiguió arrancarle a sus fans acérrimos.
Estupendas “Wicked Game”, “Baby did a bad bad thing” y “Blue Hotel” para la que se puso un traje hecho de espejos¿?
En estas la mitad del pelotón tocamos retirada ante la inminente pulmonía derivada de ir calados hasta los ojos.

Y hasta aquí la crónica de un pedazo de festival.

El domingo me levanté antes de lo necesario a causa de esos sonidos guturales que antes os contaba y desayuné unos cuantos pinchos mientras gente de Vitoria ponían una especie de rastro en una plaza cercana al hotel donde adquirí una copia de la banda sonora de “La muerte tenía un precio” en vinilo por tres eurazos. Alguna ventaja tenía que tener el madrugar

Después de conseguir, a costa de la paciencia de algunos, componer los coches, iniciamos el coñazo de viaje de vuelta, cansados pero contentos de haber visto tal cantidad de conciertazos en apenas tres días.

Las fotos que acompañan este ladrillo son mías propias

PD: Dentro de poco me voy a otro festival del que ni siquiera me atrevo a daros el nombre, pues en comparación con la catedral del rock que os acabo de contar, aquello va a ser lo más parecido a un vertedero que conozco, pero todo sea por ir a alguna parte en vacaciones y pasar un buen rato ¿no? Basta de ir en plan crítico a los conciertos, volvamos a ir en plan Morrison

martes, 13 de julio de 2010

Machete



Aparte de la eterna crítica ser más o menos segundón de Tarantino, a Robert Rodriguez no se le puede reprochar que intente sin cesar hacer un cine divertido y atractivo. Películas potentes llenas de violencia, mala leche y chicas guapas, un director de cine B o Z o lo que querais consciente y orgulloso de ello. Esto se traduce en que el señor Rodriguez hace lo que le sale de los huevos. Con sus bandas sonoras ultra macarras y morriconianas, sus recurrentes ambientes de spaghetti western, y sus amigos, que repiten una y otra vez, dando cuerpo a una especie de universo loco y tex mex donde conviven zombis, vampiros aztecas, pistoleros solitarios y todo lo que se os pueda imaginar.Uno de esos amigos de Rodriguez, por suerte para nosotros, es ese mexicano de cara de piedra y ojos de cabrón salvaje llamado Danny Trejo.Trejo sería la perfecta encarnación del cine de Rodriguez (o la mitad oscura de su cine, con Antonio Banderas como contrapunto). Su físico tan particular que no le da mucha versatilidad, pero eso es algo que parece no importarle. Tiene pinta de criminal mexicano chungo y loco, y acostumbra a comerse con patatas a quien osa compartir pantalla con él. Danny se ha convertido en un personaje en sí mismo, que luce su careto demacrado y sus imposibles tatuajes por casi todas las pelis de Rodriguez, aportando, como decía, una solidez que asusta. ¿No es más creíble ver a Trejo detrás de la barra del bar de “Abierto hasta el amanecer” o a un tipo cualquiera sin personalidad?Rodriguez ha pensado regalarle a su amigo algo que sólo él podía darle: un protagonista. Pero no uno cualquiera, un personaje duro con malas pulgas, Machete.
Ya vimos a Trejo como Machete en uno de los trailers falsos que acompañaban a aquel programa doble que hicieron Rodriguez y Tarantino, Grindhouse, y desde ese momento se comentó la posibilidad de alargar ese trailer hasta una peli entera, que aquí está por fin.
Con Danny Trejo, las estupendas Jessica Alba y una guerrera Michelle Rodriguez, Robert de Niro; y siguiendo la moda Tarantiniana de recuperar actores encasillados y/o olvidados, tenemos a Steven Seagal, Jeff Fahey y ¡Don Johnson!. Aparte del clásico de Rodriguez, Cheech Marín, claro.Amor, venganza, orgullo, redención... ¿Hay temas más interesantes?

Se estrena en septiembre en usaland pero yo ya estoy ansioso por verla.



lunes, 12 de julio de 2010

Be funky, white boy


" Creo que me voy a hacer funky"
Alite Stu (Según él mismo se llama)

Campeones Du Mundu


Impresionante.

Estoy destruido pero a gusto. Hay cosas que merecen la pena ser vistas, vividas, y lo de ayer lo fué. 8 amigos juntos comiendo, bebiendo, botando y jurando como cosacos.

Histórico, el partido y que yo lo viera.

Lo dicho, destruido hasta la médula pero a gusto.

Así, si.

PD: ¿Una excusa para poner la foto?Denunciadme







martes, 6 de julio de 2010

Monjas con escopetas

Hace un buen porrón de años de esto.
Yo todavía estudiaba en Albacete y una noche (sería jueves) salimos los del piso a tomar algo a la zona. Ya hacía calor, debía ser fin de curso, y la calle hervía de gente de un sitio para otro.

Dando vueltas nos encontramos a mi primo José Luis, que iba a compañado de un amigo enorme. Igual de alto que yo (1,85) y el doble de ancho. Nos quedamos de charla los unos con otros allí en medio del bullicio.

El gigantón amigo de mi primo llevaba una camiseta de los por entonces no tan conocidos Rage Against The Machine, aquella con la famosa foto de las monjas empuñando escopetas. Mientras hablábamos se acercan 2 chavalas un tanto chispadas atraídas por la foto de la camiseta, e, inocentes ellas, se acercan a preguntar al amigo:

Chavalas – Oye, ¿quien son esos?


A continuación un silencio. La cosa era extraña, las mujeres no se suelen acercar así como así, pensamos, y de todos los que estábamos el Gigante Verde no parecía, a primera vista, la primera opción para iniciar una conversación. Lo acabábamos de conocer y no sabíamos por donde podría salir.

Entonces, sin inmutarse, sin subir el tono, casi impasible, contesta:

Gigante - ¿Estos? ...Estos se mean en ti.

Todos estallamos en carcajadas mientras las atrevidas chavalas se piraban de allí rápidamente sin mediar palabra.

Se pueden decir las cosas más alto, pero no más claro.

lunes, 5 de julio de 2010

Azkena 2010. Partes de guerra. Viernes 25

Por la mañana, después de desayunar una cerve con su correspondiente pincho (eran las 13 horas) fuimos a la estupenda plaza de la Virgen Blanca a tomar unos cañuzos al son de una rockabilly irlandesa, IMELDA MAY, una auténtica pin up con clase para dar y regalar, preciosa con su mechón blanco a lo Lily Munster.
Con la plaza llena de gente, y no solamente del festival, el concierto fue toda una chulería.
Esa tarde descubrimos un bar famoso del rollo garajero, el Iguana Kafe. Un sitio auténtico donde aemás de pinchar música de puta madre nos quedamos con la boca abierta viendo a un grupo vasco de versiones de la Velvet Underground, cojonuten, con un bajista bestial y una batería (como debe ser) que sudó la gota gorda. Ya por la tarde el puto partido nos (me) impidió ver a los Damned, la leyenda del punk y del gótico de los setenta. Qué le vamos a hacer, es lo que tiene ir en pelotón.
Llegamos al recinto justo para ver a SLASH, que no defrauda para nada, tocando canciones suyas mucho más potentes de lo que me esperaba y las consabidas versiones de los Guns'n'Roses, con un cantante demasiado metido en el papel de Axl pero sin llegarle (es imposible ser como Axl Rose, no lo intenteis en casa, kids). Con un tremendo “Paradise City” Slash se retiró a guardar el sombrerete y ya nos quedamos en el sitio expectantes para el plato gordo del día: KISS
Grandes telas cubren un decorado de formas cuadradas y todavía no sabemos que esperar. En la gigantesca pantalla que han colocado tras el escenario vemos un vídeo donde Kiss son gigantes qe pasean entre las calles de Vitoria, hasta que todo se cubre de humo blanco y empieza la locura. En lo alto, subidos en una plataforma pendular, aparecen Gene Simmons, Paul Stanley y Tommy Thayer en el uniforme de Ace Frehley, pasan por encima del batería Eric Singer (que va de Peter Criss), que comienza a tocar presidiendo el escenario desde lo alto de un luminoso gigante de con el nombre del grupo.
Los otros tres llegan al escenario y comienza el show. Lo que adivinábamos cuadrangular bajo las sánanas son montones de pantallas de distintos tamaños donde se iran sucediendo distintos motivos lo largo del concierto.
Yo ya había visto conciertos de Kiss en dvd, y sabía que hay varias cosas que siempre hacen, pero la expectación de saber el lugar en que ocurriran, además de todas las nuevas sorpresas, te mantienen en vilo todo el rato.
Plataformas hidráulicas levantadas con chorros de humo a presión como si volaran, la batería sujetada por cuatro cables de acero que se levantaba de su pedestal como levitando, Gene Simmons escupiendo fuego y echando sangre por la boca momentos antes de volar a lo más alto de la iluminación para cantar desde allí, Paul volando en un tirolina sobre miles de fans entusiastas para cantar “I was made for lovin' you” desde la torre de sonido, fuego y explosiones por doquier, la ostia vamos
Además de temas del último disco, una selección cojonuda de sus grandes éxitos de siempre “Black Diamond”, “Doctor Love”, “Crazy, Crazy nights”, “Cold Gin”, “I was made for lovin' you”, etc, que sonaban, como todo en el Azkena, de puta madre (una felicitación al sonido del festival) Como colofón a dos horas y media de éxtasis rockanrollero “Rock and roll all nite”, mientras enormes cañones tiraban confetti blanco a discrección. Y si la lengua de Gene no nos llegó a los huevos no fué por que se la dejara dentro de la boca. Como con vida propia, se pasa más tiempo fuera que dentro de la boca del bajista. Lo dicho, una sensación bestial, un espectaculo con mayúsculas digno de ver que te deja clavado al sitio hasta cuando ha acabado consciente de que has visto algo alucinante. Ahora tocaba una parada para echarnos algo entre pecho y espalda, que ya había hambre, y de paso acercarnos a lo otra carpa a ver a los IMPERIAL STATE ELECTRIC, el grupo surgido de las cenizas de los Hellacopters que si bien en disco no acaban de convencerme, tienen un directo cojonudo. Rápidos y contundentes, con el rock escandinavo nos despedimos hasta el día siguiente sintiendo ya el inevitable desgaste. Pero áun queda un día más no pensábamos perdernoslo.

jueves, 1 de julio de 2010

Azkena 2010. Partes de guerra. Jueves 24

La expedición regresó exhausta pero victoriosa, habiendo visto a más de la mitad de los grupos que actuaban.
Vitoria nos ha encantado, una ciudad pequeña pero llena de historia, una Toledo vasca inundada de música, (este mes tienen uno de los festivales de jazz más importantes del mundo) con rock esta por todas partes. No en vano de aquí salieron la mitad de los grupos de rock radical de los ochenta. Una ciudad llena de bares con buena música, salas de conciertos y grupos.
Nuestro centro de operaciones, el Campamento Base, fue un hotel minúsculo del centro que se aprovechó de nuestras ganas de ver rock and fucking roll (“R'n'FR” como lo l
lamó Slash), sacándonos bien los cuartos. Pero aún así no estaba mal.
Lo peor de dormir allí no era culpa del hotel, sino de los ronquidos de algún soldado. ((Inciso para puntualizar: donde antes he dicho ronquidos, por favor poned “ruidos guturales surgidos de las profundidades de una bestia inmunda y enorme”. Si, esta definición se acerca mucho más a la realidad.))


JUEVES 24

Después de comer, paseo hasta el recinto del Azkena, a unos 15 minutos del centro en una especie de explanada dentro de un parque. Todo lleno de árboles y arbustos, que trajeron de vuelta a mi remitida alergia con más ganas que nunca. Menos mal que el Payodeono hizo las veces de oficial médico y me proveyó de antihistamínicos.
Cambio de perras de uso legal por perras festivaleras originales a manta: billetes de 3 y 7 euros con las efigies de Kiss y Slash; y púas de cartón dedicadas a todos los grupos que han tocado por alli, a euro la pieza.
Una vez con un litro en la mano cada uno (la bebida muy cara, y la cerveza San Miguel, una pena),nos vamos al escenario, donde tres suecas llamadas BASKERY tocan una especie de rockabilly muy electrificado y machacón, casi punk, con un banjo electrificado que sacaba un sonido cojonudo. Tres preciosidades que además saben lo que se hacen. Allí encontramos el que será el primero de una larga serie de contrabajos que podremos admirar en el escenario, y es que este año la organización ha oscilado peligrosamente hacia una corriente country rockabilly, en todas sus vertientes, y eso se refleja en profusión de contrabajos y batería de bombos más grandes de lo normal y cajas bajas y pequeñas. Después de las suecas, un poco de country y rockabilly punk (batería de doble bombo) de la mano de los LEGENDARY SHACK SHAKERS, con un cantante loco como una cabra, que tocaba la armónica como un epiléptico teniendo una vision divina. La JIM JONES REVUE nos llevó a la zona más alegante y desquiciada del garaje y rock cincuentero. Todos de traje, nos clavaron un pedazo de repertorio a las órdenes del monstruo Jim Jones y su impresionante voz estilo Nick Cave cuando estaba loco.
Aquí vimos un fallo de programación. No tiene sentido que estos grupacos toquen de día y con sol y luego unos impresentables de los que ya no recuerdo ni el nombre, una gentuza estilo Counting Crows sin sangre en las venas, nos de la vara hora y media. GOV'T MULE impresionantes como siempre. Ese Warren Haynes (aka Rangelo) sigue tocando la guitarra que da gusto y la verdad, su música es mucho más agradecida en directo que en lp. Después el coñazo supremo de AIRBURNE,uno de los grupos más sobrevalorados del momento y cuya fama sólo se puede explicar si tienen detrás un increíble equipo de asesores de imagen. Pesados y cansinos, no vale con “sonar” a AC/DC, ahi que valer y demostrar que tienes algo más. Y estos críos no lo tienen. Repetir hasta la extenuación una linea de bajo y batería o dejar de tocar la guitarra cada vez que cantas no te convierte en “los nuevos AC/DC”.
Para terminar el grupo de garaje/raro de BLACK LIPS, que, o bien no entendimos, o son así de malos, porque aquello fue el impulso definitivo para irnos al catre (después de buscar infructuosamente un bar abierto) a prepararnos para un nuevo día de ultraviolencia.