miércoles, 29 de mayo de 2013

Azkena setentera!!



Psicodelia oscura empapada en ácido del bueno
Dicen que el que no llora no mama.
Y a veces es cierto.
Escribí una entrada encabronada acerca de la pasividad del AzkenaRock y ya han anunciado el resto de grupos.
Se que no ha sido por mi (nuestras) quejas, que había a montones por la red.
El anuncio es un ahora o nunca. Solo queda un mes y si no arañan un poco de indecisos vamos a estar cuatro merodeando por Mendizabala.
Pero como aquí somos optimistas por naturaleza, vemos la botella medio llena. Hay tres incorporaciones que me han llegado al alma, tres grupacos que tengo muchas ganas de ver.


HORISONT
Ya los comenté en aquel informe de la Suecia Setentera.
Hard rock  de la vieja escuela, con golpes heavies y sabbath. Muy buenos y contundentes. Hace poco conseguí su primer disco en vinilaco y suena a gloria.



Troubled Horse te arreglan la caldera, pero lo hacen de mala leche


TROUBLED HORSE
Llevo alucinado con ellos varios meses, y el Azkena me da la ocasión de comentarlos por aquí.
Sin movernos de Suecia, ese oasis de la contundencia retro, aparecen a finales del año pasado Troubled Horse, proyecto paralelo de dos miembros de Witchcraft, otras bestias pardas que también analizamos hace tiempo.
Y vaya proyecto paralelo. Más hard setentas esta vez con regusto a clásico americano. Black Sabbath y boogie USA, teclados y melodías acojonantes. Con un cantante increíble, las partes más contenidas, más intensas, vuelan alto, muy alto.







UNCLE ACID & THE DEADBEATS
En la mejor tradición del rock psicodélico y muy lisérgico, cómodos en lo satánico, cercanos a las letanías doom, el tío ácido descarga temazos de diez minutos sin despeinarse. Riffs repetitivos y ambientes alucinógenos, el directo de estos ingleses colgados puede ser toda una experiencia.
Os dejo con el video de mi canción favorita de su anterior disco, el temazo “I’ll cut you down” Las imágenes definen bastante bien la esencia del grupo. Cine de Serie b, la Hammer y el horror de castillo y Christopher Lee.
Satán, psicodelia y hard doom rock, tres cosas que no deberían faltar en un grupo total.
 



De postre los nacionales Sex Museum, que son como “La jungla de cristal” en la tele, nunca te cansas de verlos.
Del resto poco o nada he oído. Un poco por encima a The gaslight anthem, con un punk rock folk(¡!)que no me dice mucho. Dicen por ahí que falta un cabeza de cartel sorpresa, ya veremos
Al final la cosa no es tan espectacular como en ediciones pasadas pero al menos han cogido carrerilla y remontan el vuelo. Yo ya estoy contento con esas tres alegrías enormes que me han dado, como pillar las tres junglas de cristal seguidas.

PD –Me encuentro pensando en la comodidad de que el cartel no esté lleno a rebosar de grupos que me entusiasmen. Los ratos libres, las cañas en el centro, quitarte agobios con los horarios…. ¿Será que me estoy haciendo viejo?

martes, 21 de mayo de 2013

Ray Manzarek, 20/05/2013

Morrison y Manzarek, jinetes en la tormenta


Joder, vaya racha de gigantes caídos.
Decía Jim Morrison, refiriéndose al resto de The Doors que: “…ellos imponen orden con la música al caos que creo con las palabras
Sin duda Ray Manzarek era el cerebro que ordenaba ese caos.
Robbie Krieger siempre se sintió a la sombra gigantesca de Morrison, y John Densmore no acababa de sentirse a gusto con el anárquico proceder del cantante. Pero Manzarek se mantuvo a la altura y no se dejó apabullar, al menos no demasiado.
Si Krieger era el hermano pequeño, y Densmore el primo repelente, Ray era el hermano mayor, maduro y algo autoritario, que siempre está ahí para encauzar la situación.
Músico de profesión, define la marca de la casa al sustituir el convencional bajo eléctrico por ese órgano Fender Rhodes, que desde entonces apuntaló los grandes temas de la banda (¡todos!).
Jim Morrison le canta “Moonlight drive” a Ray Manzarek en la playa de Venice, en aquel verano de 1965. El resto es historia, como se suele decir, o más bien leyenda.

Ray Manzarek cada vez más Peter Fonda



El teclista nunca dejó de componer (editó una decena de lps en solitario), aunque desde que muriera el Poeta vivió a la sombra del grupo que le dio la fama.
Siempre con un ojo puesto en aquellos dorados 60, Ray Manzarek se convirtió en un hippy maduro y algo nostálgico (a pesar de que The Doors no son un ejemplo de grupo hippylongo) que volvía por sus fueros en el 2000, ayudado por su antiguo compañero Robbie Krieger y un espectacular Ian Astbury haciendo las veces de Morrison en aquella discutida gira que unos cuantos afortunados pudimos presenciar.
Desde las primeras notas de “Break on trough” hasta la increíble melodía de “Riders on the storm” queda claro que Jim Morrison no pudo encontrar mejor compañero para acompañar sus intensas, alucinógenas y enigmáticas composiciones, para ordenar ese caos alucinante.

Desde anoche vuelven a tocar juntos, los dos han ido… to the other side.