miércoles, 29 de junio de 2011

Azkena 2011. Historias para no dormir.Viernes 24 junio

VIERNES 24

El viernes amanecimos regular tirando a mal. Pero nada que el estupendo bar que teníamos justo debajo del hotel no pudiera solucionar a base de unas cañas y bocadillos, ese desayuno rockero.
¿Cómo te pueden preguntar en Vitoria por Malacara?

El dueño del bar Manaos, que os recomendamos sin dudar, es un tío cojonudo que incluso conocía a alguien del poblado, con lo que nos hicimos clientes asiduos. Pinchos impresionantes y botellines de Mahou ¿algo más?.

La gentuza comiendo, la cosa no había hecho más que empezar y ya cundía la chorrada
Hoy tocaba cañeo por el centro y cogimos el tranvía. Bueno, lo cogimos sólo cuatro, porque dos despistados se tuvieron que esperar a la siguiente vuelta. De hecho era ya la segunda vez que el Choco perdía el tranvía y nos veía alejarse desde el arcén, cagándose en todo.
Ya en la estupenda plaza de la Virgen Blanca, llena hasta los topes, la organización dispuso un concierto de un impersonator de Elvis, que no nos gustó mucho. Allí nos reunimos con nada menos que al batería de la Ozzy Band y su estupenda señora. A pesar de que ya teníamos en nuestras filas al cantante, el Ganico es el mayor fan de Ozzy en este hemisferio.

El tema del momento comenzó entonces: ¿Es un viejales acabado Ozzy Osbourne? ¿Una pena de concierto o cojonuten?¿Se parece Ozzy a Chiquito?¿Y a Rafael?¿Por qué va vestido con una camiseta de raso?

Y la frase del día: “¡¡¡¡Miiiiiiister Crowley, chan chan chaaaan!!!!”
Peter Jackson y Nacho Vigalondo ¿El Cronohobbit?
Entre unas cosas y otras fuimos a comer a un bar auténtico de la zona, donde ya habíamos estado el año anterior. El dueño era más seco que la ostia, pero como nosotros somos así de enrollados (o de pringados) decidimos darle otra oportunidad y volver a ponernos chatos de chorizos a la brasa, morcillas y no sé que más cosas.
La charla giró principalmente alrededor de Ozzy y Black Sabbath, pero también tuvieron cabida chorradas como pianos, que como buenas chorradas, no recuerdo.

De ahí al ya mítico Iguana, con su rock garajero y sus gin tonics a discreción.

Ven con nosotros, no tengas miedo...
Una cosa llevó a la otra, y entre la ginebra, la música, los psicotrópicos y la impresionante camarera, tuvimos que tomar decisiones, y el Reverendo Horton Heat salió mal parado. Cuando quisimos llegar desde allí al recinto estaban terminando además Atom Rhumba, otra putada. Me apetecía mucho ver a los dos pero no se puede hacer todo.

Nada más entrar pillamos el coñazo soberano de BAD BRAINS. Grupo pionero del hardcore jamaicano, que mezclaban estallidos harcoretas con cansinas partes de dub reggae muuuuy cargantes. Se podían haber quedado en Jamaica fumando tabas y mirando al techo, porque aquello sonaba mal por todas partes.
Después nos acercamos a ver a otros clásicos que venían este año, CHEAP TRICK, que la verdad sólo gustaron al PayodeOno. Y es que el estilo de pop rock ochentas que se traen los amigos no es apto para todos los públicos. Quitando el momento de “Surrender”, para la mayoría de nosotros pasó sin pena ni gloria. (Quizás el Payo se anime a escribirnos algo)
Solo toco un tema con el muerto ese de guitarraca
Ya empezaba a anochecer cuando surgió la gran duda. Mientras en el escenario grande colocaban unos astronautas enormes preparándolo para la actuación de PRIMUS, casi a la vez, en el escenario Monster, otro más pequeño, tocaba un descubrimiento previo que buscamos por salir en el cartel, los setenteros RIVAL SONS, un grupo con un disco bestial que empieza donde acaba el “Psychical Graffiti”.
La comunidad se separó llegado este momento. El PayodeOno y otro par acudieron a los RIVAL SONS desde el principio, y a pesar de que dudé, el Choc me animó a quedarme. El sexto componente se perdió entre la marea humana…

Ya estábamos en el ajo
Las caras de los componentes del grupo se comenzaron a proyectar distorsionadas en las escafandras de los astronautas. Pronto salieron el guitarra y el batería, pareja excepcional que toco increíble apoyando los desvaríos de su genial jefe, que fue el último en salir a escena. Vestido con un traje de tweed, bombín a juego y gafas redondas, cualquiera diría que era James Joyce quien estaba allí con un estrafalario bajo de cinco cuerdas.

Y entonces entramos en Les Claypool Landia.

En medio de la base arrítmica que crean los otros dos componentes de grupo, Les Claypool aporrea el bajo frenéticamente con la mayor facilidad del mundo, extrayendo sonidos y melodías cuando menos peculiares.

Cantaba usando dos micrófonos, uno para la típica voz de Primus, esa especie de falsete de dibujos animados perversos, y otro normal.

Toda una rareza más cercana al rock de King Crimson y al funk o metal experimental, incluso que a cualquier cosa que sonara en el festival que sin embargo congregó un buen puñado de gente.

Al rato de estar tocando Les desaparece. Un pipa coloca un extraño contrabajo eléctrico sólo con el mástil, y nuestro bajista sale con una careta del planeta de los simios, andando como un mono, con un arco en la mano, y comienza a tocar.
En otro momento la careta es de marciano, y el sonido que sale de ese extraño bajo no sabría como calificarlo.

 
Para el tramo final empuña un bajo gigante de seis cuerdas y nos deleita con lo más parecido a un single que tiene el hombre, “My name is mud”, del disco “Pork Soda”, del que tocó al menos otras cuatro canciones.

Es impresionante ver a ese hombre en directo, y el sonido del grupo entero, con esa guitarra zumbando sobre la átona y potente batería mientras las mil extrañas melodías del bajo te llevan a través de bizarros personajes e historias. Todo un espectáculo y un conciertazo para recordar.

Mientras el Choc y uno mismo confraternizábamos con un chaval que conocimos durante el concierto acudieron los tres enviados a los RIVAL SONS flipando bellotas, PayodeOno, esperamos tus impresiones.

No nos movimos del sitio a la espera del plato fuerte del día, QUEENS OF THE STONE AGE. El grupo madre de Josh Homme, Kyuss Lives!, había dejado el listón por los aires el día anterior, y a pesar de que la música del pelirrojo guitarrista ya no se parece a la que compusiera con García y demás, las comparaciones eran inevitables.

Mr Homme, arrodillaos, mortal men
De entrada un volumen bestial, sobre todo en los graves, nos dejó al montón de gente que esperábamos clavados en el sitio, expectantes, mirando el extraño decorado que llevaban las reinas, como un plano de un arco romano (¿?)

Empezaron con sus dos discos más famosos “Songs for the Deaf” y “Rated R” y aquello sonaba a gloria. Potentes a tope, Josh Homme conduce al grupo con su bailecito chulesco y sin decir una puta palabra a través de un atronador repaso al resto de su discografía, sin olvidar “Mexicola” y un interludio psicotrónico en la mitad del concert.

Para terminar las enormes “Go with the flow” y el medio tiempo ascendente de “A song for the deaf” que terminó el concierto a modo de mantra.


Con la multitud aplastada ante el volumen, los ritmos te alcanzan a golpes, las melodías resbalan de no se sabe bien donde, los riffs afilados contra tu jeta, allí estaba todo, cinco tíos que saben que tienen un repertorio de la ostia y rebosan una actitud acojonante en directo.

El fallo, demasiado corto y sin un puto bis.

Ciertamente la pelea Kyuss vs. QOTSA se saldó en tablas, aunque la sensación de ver a los primeros después de tantos años de idolatrarlos incline algo la balanza a su favor…
Ya sólo quedaba la que sería la gran sorpresa del festival, CLUTCH.
Barbudo bestilal de Clutch. Foto pantallera por falta de luz
A pesar de que ya los habíamos escuchado, hardcore casi heavy, muy duro y grave, pero bastante simples. Nada más lejos de aquello que vimos. Hardcore si, duros a tope, si, pero simples para nada. Una descarga bestial de rock contundente con alucinantes dejes southern que nos recordaban a los enormes Five Horse Johnson. Una máquina perfectamente engrasada de cuatro piezas.
Más fotos pantalleras ¿Problemas de luz o problemas de pulso?
La imponente voz de su cantante Neil Fallon, barbudo maestro de ceremonias que no paró un momento de moverse mientras gesticulaba sin parar; un guitarrista encogido en un rincón que desataba riffs rockerackos a tope sin parar e increíbles solos a ritmo de wah wah; el alucinante batería, segundo barbudo del grupo, que guiaba a la banda a través de una extraordinaria pegada; y el bajo destroyer que marcaba los ritmos a fuego.
Sin aspavientos se metieron a la compañía en el bolsillo, demostrando otro tipo de actitud acojonante, de grupo sincero y trabajador con un directo a prueba de bombas y más de 8 discos de estudio, que se dice pronto.


La gentuza en el Flamingo. Como veis, la gentuza atrae más gentuza
Con el culo torcido totalmente remoloneamos por la carpa Flamingo antes de enfilar el long way to home, a acostarnos de cara a la última jornada, pensando en la última afirmación que nos dejó el compañero Lolo ya en el taxi: “Yo tuve la primera California del pueblo. La California molaba… también estaba la Torrot, pero no era lo mismo, claro”.

El compañero Luis y...¿Quien coño son esos?

¡A tomar por culo hasta el sábado!

martes, 28 de junio de 2011

Azkena 2011. Historias para no dormir. Jueves 23 Junio


Buffff
Aprovechando unos ratillos en esta jodida mañana post festival voy a intentar ir hilvanando lo que ha sido nuestra experiencia este año, que se resume en una palabra COJONUTEN.

JUEVES 23

Después de un viaje más bien jodido, ya que alguien decidió que la mejor fecha para arreglar la autovía de Burgos era este verano y tardamos  una hora y media más de lo esperado en llegar a Vitoria, el resto salió rodado.
A pesar de que hubo momentos estos meses de atrás en los que nos vimos durmiendo debajo de un puente, a última hora conseguimos alojamiento en los apartahoteles San Fermín, y los recomendamos a partir de ya, a pesar de estar a tomar por culo del recinto de conciertos, el tranvía te deja eficazmente en toda la plaza de la Virgen Blanca. De ahí, diez minutos a pata al recinto Mendizabala.


Recién llegado pillamos ya empezado el rock extraño y saltarín de EELS.
Una banda compuesta por dos guitarras, bajo, saxo y trompeta (vestidos éstos de chaqueta roja como salidos de una banda clásica cincuentera, y que permanecían de espaldas al público mientras no tocaban) que el barbudo E.  guió a través de temas rock potente, indie, blues, suaves melodías de ritmos abruptos,  temas dignos de una big band, y cualquier otra cosa que os podáis imaginar, un reflejo del amplio concepto que Mr E. tiene de la música, más reflejo de su estado personal que de un solo estilo definitorio.  Mediante largas presentaciones que no acabamos de entender comprendimos algo mejor la fama de humor imprevisible y peculiar que tiene Mr E.
Aquel día solo funcionaba el escenario grande (llamado ese año Solomon Burke), de modo que no nos movimos del sitio salvo para pedir litros y litros de cerveza.
Glenn Hughes...¿o Amparo Baró?

Sin pausa salieron BLACK COUNTRY COMMUNION a repasarnos, con las cabezas visibles de un increíblemente joven Glenn Hughes y el enorme (como músico y como corpachón) Jason Bonham.
Blues rock con mucho boogie y solera, un aire a finales de los setenta pero con el brío y la contundencia de hoy en día, y la mayor prueba de ello es la versionzaca que se marcaron de “Burn”, el temazo que nombraba aquel primer disco de Deep Purple con Hughes al bajo, donde el tipo llegó como un jabato a las notas más altas de la melodía vocal.  Presentaban segundo disco en poco más de un año y se les notaba potentes a tope, con un Jason Bonham que tiene poco que envidiarle a papa Bonzo. Pensaba que huirían de la estela Zeppelin, pero el grupo se dejaba sentir en las melodías. A pesar de un sonido deficiente que hacía que, incomprensiblemente, el bajo de Hughes no se oyera casi, los ánimos ya se habían caldeado lo suficiente para ver a los siguientes monstruos que hicieron aparición en el escenario.
¿Quien quiere estar delgado cuando se puede comer una mula con habas?
THE CULT ofrecieron uno de los mejores conciertos de esta edición del Azkena.
Repasando clásicos como “Fire Woman” o “She sells sanctuary” a bombazos de sus últimos y recomendables discos. Rock duro y auténtico marca de la casa que tuvo en las manos del batería Joe Tempesta y el genial guitarra original Billy Duffy sus puntales, especialmente éste último, en plena forma.
Lo de su mítico cantante es algo difícil de explicar.
Si cerrabas los ojos oías esa voz que un día se hizo cargo sin problemas de cantar con los Doors sustituyendo al insustituible Jim Morrison (¡¡allí estuvimos también!!). Quizás no en su mejor momento, pero bastante potente.
El detalle venía si abrías los ojos y veías al tipo que agarraba el micro en el escenario. Decir que Ian Astbury estaba algo pasado de kilos es quedarse corto ¡gordo como una nutra! Que cabrón, habrá engordado 20 kg desde las fotos de promoción de la gira. Además el pelo largo hasta pasados los hombros y unas indescriptibles mallas/pantalones follaos no ayudaban a  la idea de conjunto. Que el hombre se dedicara entre canción y canción a hacer gestos incomprensibles o a hablar a la gente que se meaba en una valla cercana no son sino más señas aún de que algo jodido pasa por la mente de Mr Astbury, que aún así cumplió a la perfección.


 Mas cerveza después (ya nadie miraba relojes) vemos el nuevo escenario preparado para ROB ZOMBIE
Una tela  gigante detrás con la escena cumbre de King Kong y dos paneles enormes con Frankenstein y el hombre lobo de Lon Chaney Jr. En el escenario tres plataformas separadas entre si por las que Zombie saltó como un loco.
Iluminado con luces fluorescentes  y ataviado, tanto él como el bajo y la guitarra, de muertos vivientes, el rock industrial algo flojillo del renegado del diablo comenzó a toda ostia.
Concierto divertido, como he dicho Rob no para quieto con su vozarrón de cazallero hijoputa.  Increíblemente cantosos son los músicos, de los que sinceramente dudamos que tocaran sus instrumentos, (el guitarra John 5 quizás, pero el bajista…) perdidos en el estruendo de las bases programadas.
Dos temas de White Zombie (“More human than human” y “Electric Head”) pusieron la guinda (agridulce, porque quien tuvo no retuvo) a un concierto muy entretenido, y es que el señor Rob Zombie sabe animar a personal.



 Y del Zombie pasamos al Padrino del Metal, al cantante original de Black Sabbath, al loco de Birminghan, ladies and gentlemen: OZZY OSBOURNE.
Lo difícil es seguir desde aquí (Ganico si estás leyendo, te invito a que me mandes tu versión).
Un hombre que se ha machacado tanto como el amigo Ozzy  (entrada biografía) no puede evitar estar hecho polvo. Muy envejecido, el tradicional paso con las manos delante de Ozzy se ha convertido en el andar de un viejo que intenta agarrarse a algo, en este caso el micro. Apenas 70 minutos de actuación, de los que 15 se fueron en solos, dejando fuera no solo clásicos Sabbath, sino propios como “Over the Mountain”. Ozzy está cansado ya, no llega a los tonos altos.


Pero aún así no deja de ser el puto Ozzy Osbourne, y se disculpó en un par de ocasiones por lo débil de su voz. Una banda potente lo arropaba y canciones como “Suicide Solution” sonaron  cojonudas, aunque para mí escuchar “Iron Man” y “Paranoid” de él fue de lo mejor que me ha pasado en conciertos en mi vida, y ese inmortal “Mr Crowley”, que se convirtió en nuestro himno el día siguiente, pero eso ya es otra historia…


Todavía nos quedaba lo que probablemente fuera lo mejor del día, los grandes esperados, el grupo que se inventó el stoner moderno y lo dejó antes de empezar a sacarle partido, KYUSS LIVES! salieron al escenario de madrugada avanzada y todo se vino abajo.
El bajo de Mr Olivieri te arrancaba las costillas del sitio, al tiempo que John García declamaba clásicos uno detrás del otro al son incesante y contundente de Brant Bjork, el tercer miembro de los Kyuss originales en unirse en esta genial iniciativa. El guitarra cumplió a la perfección su difícil papel de ser sustituto de Josh Homme, el gran ausente de esta vuelta(esa es otra ¿Por qué no gira de nuevo con esta gente?).
La leve espera entre canción y canción siempre se resolvía con una ovación por parte de la absolutamente entregada y entusiasta multitud, mucha más gente de la que esperábamos, porque cuando tus tres últimos discos son clásicos, da igual lo que toques. 
John García se soltó la melena y, agarrado a su micro, nos contó, con la que ya es la voz del stoner, brutalidades como “Rodeo”,” One Inch Man”, “Supa Scupa and mighty Scoop”, “Green Machine”, “100 degrees”, “Gardenia”,”Whitewater”…
Con un sonido perfecto, tal y como debe sonar en vivo un grupo tan fuerte como Kyuss,  atronador pero exacto, brutales y psicodélicos, densos y ajustados.

 
Cuando todo acabó parecía que la máquina que nos había llevado por unos momentos al Palm Desert en California se había estrellado otra vez contra la tierra en Vitoria. Aquellos gigantes que nos habían revuelto el alma y el corazón volvían a su galaxia, dejándonos la duda de si todo aquello que acabábamos de contemplar era cierto o fruto de algún experimento psicotrópico, porque pocas veces he tenido esa sensación de satisfacción absoluta después de un concierto. El viaje se había acabado todos salimos de allí desorientados , seres mitológicos nos habían visitado y nosotros, pequeños mortales , no estamos preparados para comprender en toda su inmensidad la presencia de tan imponentes encarnaciones.

Gentuza rockera y festivalera
Aquí se dividió la comunidad. Mientras unos cuantos desgraciados se fueron ya al catre, otros tres decidimos que porque no comprobar las virtudes del Flamingo, la carpa/bar/casino de las Vegas, que habían instalado en el medio del recinto, y allí estuvimos apurando el día algunas horas más. No me preguntéis que más pasó hasta que no amanecimos al día siguiente…

PD - Los fotos que acompañan las tiró un servidor, no como las que puse ayer que eran todas robadas. Las de noche se ven un poco como el culo, pero que le vamos a hacer...

miércoles, 22 de junio de 2011

Azkena or bust!!!


Nos vamos a Vitoria, al AZKENA
Echad el correo por debajo de la puerta y dad de comer a los gatos.
Hasta cinco días no habrá señales de vida de la expedición.
Bye bye, ya os contaré
Aqui os quedais con un descubrimiento previo, los setenteros RIVAL SONS



viernes, 17 de junio de 2011

lunes, 13 de junio de 2011

Suecia se entera y setentera Parte II

Segunda parte del especial Suecia setentera. Con estos tres completamos el grupo de lo que yo considero imprescindible. Seis grupos a los que seguir la pista en todo momento si te encanta el rock setentero original y bien hecho, con la inevitable adaptación a nuestro tiempo que los vuelve aún más contundentes. No son bandas para nostálgicos, sino un estilo propio con nuevos bríos geniales.
Aún queda otra entrada de otros tres grupos que, si bien no son tan interesantes o completos como los seis anteriores, también son suecos y creo que deben estar por aquí. 
Empezamos con el Hombre Muerto...

DEAD MAN

Dead Man en medio del monte
Setentera mezcla de psicodelia, folk (californiano e inglés, según haga falta) y hard rock que nos recuerdan los alucinantes viajes acústicos de Led Zeppelin, Josefus o Damian. Una auténtica delicia, llena de buenos riffs y desarrollos acústicos que rompen en ramalazos rockeros impactantes.

Un buen ejemplo de lo contundente que se puede llegar a ser con buenas melodías acústicas.


BLACK BONZO
Black Bonzo, Bonham estaría orgulloso de como utilizan su mote


Otros animales. Y van…

Sin salirnos nunca del sonido setentas duro y contundente, Black Bonzo se sitúan más cerca de lo progresivo y la psicodelia que los anteriores, me recuerdan a los geniales Bigelf. Su  impresionante juego vocal los coloca en lo más alto. Épicos y apoteósicos, me han recordado el mítico "Warrior" de Wishbone Ash en más de una ocasión. Melodías envolventes  y sinuosas, Jethro Tull se asoma, y no están lejos de los primeros Uriah Heep. Impresionantes y apoteosicos en todo momento.








BLOWBACK
Blowback, más suecos en la campiña

Otros grandes.
Los más stoner, duros y casi heavies en un ambiente setentero de hard rock ideal, gracias en gran parte a una voz que parece aullar desde 1975. Con sorprendentes cambios de ritmo y sonoridad, saltan de lo acústico a lo más rocoso a voluntad, siempre intensos, con montones de riffs donde apoyar sus melodías que te golpean hasta dejarte medio muerto.

sábado, 11 de junio de 2011

viernes, 10 de junio de 2011

I am Ozzy (confieso que he bebido)


"Levanté el murciélago y enseñé los dientes mientras Randy [Rhoads] tocaba uno de sus solos. El público se volvió loco. Y entonces hice lo que siempre hacía con los juguetes de goma sobre el escenario. ÑAM. De inmediato noté que algo iba mal. Muy mal. Para empezar, la boca se me llenó de un líquido pegajoso y cálido con el peor gusto que os podáis imaginar. Noté que me manchaba los dientes y me corría por la barbilla. Y luego la cabeza se movió dentro de la boca. 'No me jodas', pensé, 'no me jodas que acabo de comerme un murciélago"

¡Ya la tengo en mis manos!
Ayer no pude contenerme más, a pesar de estar más tieso que la mojama me pillé la biografía de Ozzy Osbourne: I am Ozzy (confieso que he bebido)
Y es que tiene una pinta impresionante.
 ¿Qué es el dinero cuando te puedes regalar la biografía del padrino oscuro, el one and only Blizzard of Oz?

"Durante los últimos 40 años he ido ciego de alcohol, coca, ácido, Quaaludes, pegamento, jarabe para la tos, heroína, Rohypnol, Klonopin, Vicodin y otras muchas sustancias. (...) No soy la puta Enciclopedia británica. Lo que vais a leer es lo que goteó de la gelatina que tengo por cerebro cuando le pregunté por la historia de mi vida".

Las andanzas de uno de los personajes más geniales y destroyers de la historia del rock. Toda la leyenda negra, Black Sabbath,  los accidentes, las ventas, la Mtv, el alcoholismo, su mujer y mánager Sharon,  y mil cosas más.
Uno de los pocos representantes del rock y el heavy más clásico que ha vendido más de 100 millones de discos.

"Tony (Iommi) fue el primero en sugerir que hiciésemos algo que sonase maligno. Cerca del centro comunitario en el que ensayábamos había un cine, el Orient, y siempre que echaban una peli de miedo la cola daba la vuelta a la esquina".
?¿No es raro que la gente esté dispuesta a pagar por asustarse? ?dijo Tony un día?. Quizá deberíamos dejar de tocar blues y escribir canciones que den miedo.
"Tiene gracia, porque, pese al cambio de orientación, seguíamos siendo una banda de blues de 12 compases bastante canónica"
Ozzy rubio, gordo y haciendo el mongol

Mucho menos serio y coherente que Lemmy, Ozzy simboliza esa otra versión del tópico rockero, con dinero, fama y excentricidades, y reconociendo tener un “extraño talento” para sacar partido de su peculiar voz y saber rodearse de musicazos.
 Se retrata como un patán con talento y buena suerte, agradecido de lo mucho que le ha ocurrido, un criminal en potencia al que Black Sabbath salvó la vida, y donde encontró un leit motiv como el satanismo que ha explotado toda su carrera más con fines estéticos que otra cosa . Una ausencia absoluta de sentido del ridículo que lo ha llevado a ser uno de los mayores bocazas y entertainers del negocio,  que exagerará lo necesario en el libro para mantener el interés, sin escatimar detalles, por humillantes o patéticos que sean.

"Saqué una de las palomas del bolsillo. 'Se acabó', pensé. Abrí la boca de par en par. En el otro extremo de la sala vi que Sharon se encogía. Y entonces mordí y escupí. La cabeza de la paloma aterrizó en el regazo de la relaciones públicas con un chorrazo de sangre. Si os digo la verdad, estaba tan borracho que todo me sabía a Cointreau. A Cointreau y a plumas. Y a pico también"
Black Sabbath originales. Arrodillaos, pobres mortales

En mi panteón de glorias Ozzy es quien es gracias a Black Sabbath, los discos que hicieron juntos forman parte de mi primera educación musical más profunda e importante, la que se graba a fuego. Su carrera en solitario la he descubierto hace bien poco, y a colación de los hermanos de La Ozzy Band, y me ha gustado, y mucho en algunos momentos, pero ya no me ha supuesto tanto.
Como decía Henry Rollins: “Sólo puedes confiar en ti mismo y en los primeros seis discos de Black Sabbath”..