Siguiendo los
pasos del Blog Ausente, aunque esta entrada llevaba días en el horno…
A finales del
siglo XVII, en una pequeña población del noroeste de Estados Unidos, se
desencadenaron unos sucesos que se quedarían marcados en el pequeño
inconsciente colectivo norteamericano.
Entre 1692 y
1693 se detuvo a más 150 personas (hasta 300 según donde mires) acusadas de
inducir a las alucinaciones, tratar con Satanás y volar en escobas. Abecé de Brujería.
Apoyados en la sólida base de la histeria colectiva, los rumores sin
fundamento y los chismes puros y duros,
los jueces condenaron por brujería en la localidad de Salem a 20 personas
aquel mayo de 1693, ahorcando a 19 y lapidando a un anciano que se negó a
reconocer los cargos.
El lugar entró en el mapa negro de los sitios chungos que nos hacen
separarnos un tanto avergonzados de nuestros congéneres. La Wikipedia describe
el procedimiento judicial explícitamente “Este
acontecimiento ha sido usado retóricamente en la política y la literatura
popular como una advertencia real sobre los peligros del extremismo religioso,
acusaciones falsas, fallos en el proceso y la intromisión gubernamental en las
libertades individuales.”
La Inquisición
había llegado al nuevo mundo vía el puritanismo extremo.
Probablemente la
magia negra fuera la menor de las preocupaciones de una comunidad metida hasta
las rodillas en el fanatismo, con mujeres reducidas a esclavas de sus maridos y
jóvenes educados en la severa cultura puritana.
El hecho se
convirtió de inmediato en carne de historias y leyendas que han alimentado
todos estos años la mitología hechicera. Las brujas forman parte del imaginario
estadounidense de terror, el llamado Gótico Americano, lleno de antiguas
familias rancias con innombrables secretos, viejas maldiciones, granjeros endogámicos,
caníbales risueños y sótanos llenos de cadenas y cosas así, agradables.
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Salem Witch Museum, en Salem, claro. |
Para aquellos
interesados en los estados alterados, entre los que me suscribo, un dato más del
caso Salem. Como en muchas de las grandes visones de prodigios y/o milagros a
lo largo de la Edad Media, hay indicios de que los testigos de la práctica de
la brujería probablemente se encontraran bajo los efectos de la intoxicación a
base de pan de centeno. En mal estado, cuando fermenta, se contamina de
micotoxinas provocadas por un hongo parásito conocido como cornezuelo. Sus
sustancias activas producen polipéptidos derivados del ácido lisérgico. La
droga de moda en la antigüedad puede provocar en pequeñas dosis alucinaciones y
estados alterados. Psicotrópicos más mentes bañadas en caldo ultrareligioso y
fanático, una receta interesante, y peligrosa claro.LSD revelando ideas
subconscientes de lo divino y lo humano.
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Rob Zombie en la celda de su criatura adoptiva, Michael Mayers. No le dejeis salir |
A todo este
pisto de brujería, alucinaciones, terror gótico y escenarios espeluznantes
acude como una polilla a la luz el bueno de Rob Zombie.
Obsesionado con
la serie B o Z, las pelis de terror y esa sociedad americana que vive más cerca
del mensaje de Charles Manson que de JFK.
Nuestro director
de pelo guarro favorito encadena películas cojonudas en las que el ambiente
jodido y el mal rollo, la maldad pura y dura rodea a los protagonistas. O lo
quieres o lo odias, Zombie escupe las pantallas y no se espera a ver qué
piensas.
Como a su familia
favorita, los Firefly, le encanta enseñarnos ese lado oscuro del sueño
americano, con “La matanza de Texas” como base para revolvernos el estómago y
el alma. Los rednecks no son amables campesinos que te acogerán en caso de que
tengas problemas con tu flamante furgo en tu viaje de vacaciones. No, las cosas
están jodidas en la América profunda, llena de fanáticos, pervertidos y
endogámicos seres perdidos aquí y allá, arañas a la espera de la siguiente
víctima.
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Los Firefly, la familia que descuartiza unida, permanece unida |
En su genial
díptico salvaje y alucinógeno, “La casa de los 10.000 cadáveres” y “Los renegados del diablo”, Rob usa y
homenajea casi toda la mitología comentada: “Matanza de Texas”, “Las colinas tienen
ojos”, la crueldad redneck. Y la polémica de la segunda, ese trato del outlaw
como tema americano por excelencia, con la inversión de papeles convirtiendo a
los cabestros Firefly en víctimas.
Después se
encargó de actualizar al icono slasher por excelencia de los ochenta,
“Halloween”. Más allá de la discusión de lo adecuado de un remake. O del mero sacrilegio
de reescribir sobre la obra del gigantesco John Carpenter, Rob Zombie rebozaba
la historia en lo desagradable y chungo, escarbando en la podrida mente del
protagonista.
Con estos
mimbres, cuando hace tiempo el propio Rob comenzó a colgar carteles de anuncio
de la que sería su próxima producción, "The Lords of Salem" todo el mundo nos imaginábamos por dónde
irían los tiros. Y parece que íbamos desencaminados.
Sheri Moon
Zombie encabeza un cast repleto de actores de serie B o Z o lo que sea de ayer
y hoy, como el calvo más famoso del terror Michael Berryman.
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Poster chungo de "The Lords of Salem" |
Y la trama se
fue desentrañando poco. Una dj recibe un disco de The Lords Of Salem, que suena
al revés (cosa mala) al tiempo que la chica tiene visiones, pesadillas. Aquel juicio de Salem sobrevuela la trama, y cómo
algunas de las brujas que allí se quemaron…eran realmente enviadas del Infierno.
Y han vuelto. O quizás es que nunca se fueron del todo
Parece que esta
nueva visita a la mente de Zombie ahonda más en el ambiente onírico y
pesadillesco. El tráiler ya transmite una sensación de terror europeo, ambiguo
e insinuante, más cerca de la maldad ancestral a base de ritos arcanos que de
la simple psicopatía de toda la vida.
El espeso paisaje del noreste de EEUU
provee de bosques oscuros y neblinas ominosas (cuantos años queriendo utilizar
esta palabra) el relato de las particulares brujas de Salem.
Estrenada en
Sitges con polémica, ¿es cojonuda, es una tomadura de pelo? las imágenes y el tráiler
me han dejado muy intrigado.