A mediados de 1973, Sam Peckinpah se encontraba en México D.F. buscando localizaciones para la que sería su última gran película “Quiero la cabeza de Alfredo García”. Necesitaban un bar adecuado que hiciese las veces de lugar de trabajo de Benni, el protagonista de la cinta, interpretado por Warren Oates.
“Peckinpah y los demás llegaron a la Plaza Garibaldi, con sus mariachis y su ruda clientela. Estuvieron mirando varios bares pero al final terminaron en uno llamado “Tlaque - Paque” […]
Peckinpah recorrió el bar con su comitiva. Por primera vez en varios días estaba interesado el algo “Es un sitio recargado, es auténtico” […] Después de sugerir que tomasen allí una copa, se acercó a una mesa y se sentó. El dueño les gritó que se pusieran cómodos, y ordenó que trajeran una botella de ponche de granada a cuenta de la casa. El ponche de granada es una bebida hecha a base de tequila y zumo de granada, servido con hielo y pacanas. Mientras Peckinpah se servía, Alex Phillips Jr. (el productor de la película) le aseguró que aquello les daría a todos “una resaca de diez días”. “¡Brindo por ello!” dijo Peckinpah sonriendo “¡Salúd!”
La anécdota está sacada de ”Sam Peckinpah. Vida Salvaje” de Garner Simmons, un libraco cojonuten que me regaló el bueno de Choc y que devoré hace un par de meses.
Sam Peckinpah murió el 28 de diciembre 1984.
Tomaros una a su salud, bastardos
“Peckinpah y los demás llegaron a la Plaza Garibaldi, con sus mariachis y su ruda clientela. Estuvieron mirando varios bares pero al final terminaron en uno llamado “Tlaque - Paque” […]
Peckinpah recorrió el bar con su comitiva. Por primera vez en varios días estaba interesado el algo “Es un sitio recargado, es auténtico” […] Después de sugerir que tomasen allí una copa, se acercó a una mesa y se sentó. El dueño les gritó que se pusieran cómodos, y ordenó que trajeran una botella de ponche de granada a cuenta de la casa. El ponche de granada es una bebida hecha a base de tequila y zumo de granada, servido con hielo y pacanas. Mientras Peckinpah se servía, Alex Phillips Jr. (el productor de la película) le aseguró que aquello les daría a todos “una resaca de diez días”. “¡Brindo por ello!” dijo Peckinpah sonriendo “¡Salúd!”
La anécdota está sacada de ”Sam Peckinpah. Vida Salvaje” de Garner Simmons, un libraco cojonuten que me regaló el bueno de Choc y que devoré hace un par de meses.
Sam Peckinpah murió el 28 de diciembre 1984.
Tomaros una a su salud, bastardos
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