Anda que no jode
Acababa de escribir una entrada sobre algo que em ha pàsado este verano. Muy bien puesta, muy ordenada. Con sus tildes, sin faltas. Que estaba contento con ella vamos, que ne sentía, por así decirlo, orgulloso, al menos un poco, de mi mismo y de mi memoria.
Pero el hijoputa del ordenador ha pensado que no valía la pena que la leyerais. Tal vez estaba celoso de lo bien que me había quedado que se la quería quedar toda para él. Como en una de esas telenovelas sudamericanas, el cacique que controla la finca que es el PC ha decidido que eso no sale de aquí y sin más explicaciones ha borrado todo el rastro de la pobre entrada de sus entrañas eléctricas, cruelmente, sin darme tiempo a despedirme, a decirle lo que me gustaba y lo orgulloso que estaba de ella. Que ya se había hecho mayor y la iba a colgar para que todos la vieran, la primera chorrada de este curso.
El cabrón bigotudo ( si no eres bigotudo no puedes ser un cacique sudamericano) ha decidido bloquear el word (invento infame, no lo olvideis) y no guardar ni una misera copia en autorrecuperación.
Ahora tendré que reescribirla, pero la ilusión, la energía, ya no será la misma…
1 comentario:
Si, no me lo cuentes... ahora no me suele pasar, pero en otros tiempos; podía escribir varios cientos de líneas de código y el puñetero cacique me hacía lo mismo que a ti.
Como bicho escaldado que me considero, no pasa un par de horas y ya estoy guardando los proyectos. No solo eso, cuando dejo el ordenador, aunque sea para tomar un café, cierro todas las aplicaciones. De todos es conocido que los enanos verdes existen y los cabrones se lo pasan de miedo haciendo de las suyas, eso sí, en documentos de otros.
Un saludo.
Ani.
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