Todo tiene que cambiar
para volver a ser igual.
“End of the beginning”, el
primer tema de “13” nos lleva conscientemente a aquel mayo de 1970, cuando las campanadas
sobre la lluvia anunciaban el comienzo de una de las carreras más influyentes y
alucinantes en la historia del rock. Con el ojo puesto en sus intocables seis
primeros lp´s, los tres Black Sabbath
originales se marcan un discazo oscuro, pesado y cojonudo 40 años después.
Rick Rubin produce (tumbado!)
la inevitable “actualización” del sonido (en el bajo es donde más se nota), vuelven
por sus fueros en un momento de plena eclosión setentera. Si todos lo hacen ¿Por
qué ellos no?
Cambios de ritmo
alucinantes marca Iommi, las letras
chungas y depresivas de Geezer Butler y
un Ozzy varias octavas por debajo de
su clásico registro agudo, adaptado a su castigada garganta.
Pasando por encima del
desafortunado incidente con el batería original Bill Ward (como Stalin, la mano negra ha tapado la presencia del
batería en casi todas las fotos de la banda que aparecen en la web oficial como un collage
de fondo), es alentador ver a Tommy Iommi en plena forma a pesar de su enfermedad.
Sin concesiones a la
etapa ochentera, todo es puro riff siniestro casi doom, 100% Black Sabbath
original.
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