John Rambo

Paul Schulze.- La vida de esa gente cambiará
Rambo.- ¿Han traído armas?
Paul Schulze.- Claro que no.
Rambo.- Entonces no van a cambiar nada.

No hay banderas, no hay patrias, no hay nada duera de uno.
Rambo sale de su retiro en la jungla sin otra motivación que la propia voluntad de hacerlo, de matar, como dice él “…cuando la guerra está dentro de ti…”
Stallone escribe y dirige el Rambo más fronterizo y westerniano de todos, que se embarca (nunca mejor dicho) en una aventura movido por su propia moral, su sentido del bien y del mal, sus propios demonios, sin deberle nada a nadie, persona o país.
Por el camino una buena peli de acción brutalmente gráfica y entretenida.
Cuando la vergüenza es que han dado en llamar “politicamente correcto” infecta y corroe lo que toca, extendiendose como una plaga zombie sin parar desde yanquilandia hasta el resto del world ( como todo, la verdad), es señalable que Stallone adapte el estereotipo de justiciero ochentero, que barría malos a diestro y siniestro bajo la bandera de las barras y estrellas, librándolo de esa especie de salvoconducto que se impone hoy en día en el cine y que parece ser lo único que justifica la brutalidad y la violencia: el patriotismo, y si es norteamericano, mejor que mejor.