Parece que le han echado
mal de ojo a los clásicos ingleses.
Si hace poco nos dejaba
el imprescindible Kevin Ayers, ahora
es Alvin Lee, alma y cuerpo de los
legendarios Ten Years After el que
se ha ido.
El blues rock eléctrico
intenso y ardiente que nos revienta la cabeza desde aquellos casi legendarios
60’s & 70’s tuvo en él a uno de sus mejores espadas, dentro de un grupo
donde también estaban desconocidos como Jimmy
Page, Eric Clapton, Jeff Beck, Rory Gallagher, Ritchie
Blackmore, Hendrix, Tommy Iommi o Steve Marriot.
Con su banda cimentó una
carrera a prueba de bombas junto al extraordinario bajista Leo Lyons (en el directo de Fillmore, Lee lo presenta al acabar de
tocar una versión explosiva del “Good morning Little schoolgirl” de Sonny Boy Williamson, pasmado ante la
brutal habilidad de su compañero) y la máquina a los bombos Ric Lee.
La de Jimi Hendrix no fue
la única guitarra que ardió en aquel Woodstock de 1969. Ver a Alvin Lee viajar
por el mástil a ritmo de su furioso “I’m going home” era una experiencia no menos psicodélica que
le (los) catapultó al estrellato y a la leyenda. Desde allí al cielo sólo había
un paso, y Alvin lo acababa de dar.
Su disco “Ssssh”,
obra maestra absoluta del estilo, fue uno de los capitales en mi descubrimiento
de aquella época alucinante. Por eso siempre tuve al guitarrista al alcance de
la mano, un padrino en mi caída a los infiernos del rock absoluto. Pocos pueden
permitirse el lujo de dejar dos bombas como “The stomp” y “I
woke up this morning” para rematar un disco ya de por si excepcional.
Con el tiempo el grupo se
partió, dando lugar a uno de esos absurdos de la historia del rock en que la
cabeza pensante va por su lado y el resto por otro, como le ocurrió al gran John Fogerty.
Garantía absoluta de
calidad, no seguí su carrera en solitario, pero 14 álbumes no se graban así
como así. él siguió tocando sin descanso
hasta el fatal desenlace
Con un toque personal,
sinuoso y cálido a la vez, nunca se hizo pesado o farragoso.
Como comenta Diego A. Manrique es su columna de El Pais: “…La vida no fue especialmente cruel con Alvin, excepto si se considera
castigo cruel la obligación de tocar cada noche un “I’m
going home” que durara un
mínimo de diez minutos”
Otro genio bestial se
nos va, maldita sea.
Otro bindis por los
caídos.
“The stomp” suena ya en mi cabeza.
1 comentario:
Vaya marcheta llevamos!!!
Aunque no se por qué...algo me dice que entramos en un tiempo en el que veremos a mucho de nuestros músicos favoritos(lamentablemente)partiendo hacia el Helheim!!!!
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