¡Que buenos son esos momentos en el trabajo, en los tienes un millón y medio de cosas por hacer y otro millón y tres cuartos a medias, y sacas fuerzas de flaqueza para distraerte con algo, véase escribir una entrada para este blog, mirar este blog (o en otros) o echar un solitario.
El sentimiento de culpa vendrá después cuando no llegues a tiempo de terminar, pero mientras…aaaay amigo, que gustor.
El sentimiento de culpa vendrá después cuando no llegues a tiempo de terminar, pero mientras…aaaay amigo, que gustor.
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