miércoles, 25 de febrero de 2009

Lo peor del carnaval

Odio a muerte la música carnavalera. Aunque el concepto de música carnavalera por si mismo me parece que no está muy definido, por lo menos aquí, porque se dedican a poner a volumen sangrante refritos de éxitos de los ya de por si detestables 40 Principales con bases más o menos bailables y singles technos a manta, uniendo tantas fobias que a veces me podría estallar el bulbo raquídeo. Además no soporto las orquestinas de las noches y ese bum bum incesante que es lo único que queda según te alejas de ellos, recordándote en todo momento que no has huido, que saben donde estás y podrán ir a por ti cuando quieran.
Cuando estoy en el medio de la refriega soy capaz de aislarme y
no dejar que entre en mi cabeza, convirtiéndolo en una especie de ruido blanco (white noise) y seguir pidiendo frescos al camarero de turno. De hecho, el momento en que noto que soy consciente de la mierda que vomitan los altavoces o las orquestas es señal de que la cosa toca a su fin, o bien me estoy aburriendo o bien camino de la cama es el mejor camino.
Pero cuando no estoy de campaña, sobre todo si estoy en casa intentando dormir y no voy convenientemente anestesiado, es inevitable. El ruidaco se te mete dentro de la piel como un parásito y ya no oyes nada más por mucho que lo intentes. Imagina un grifo mal cerrado soltando gotas de trescientos kilos en una placa metálica.
Como no puedes ir con una metralleta a liquidar a la orquesta entera o cortar los cables de los amplificadores del “hilo musical” hace falta inocularse vacunas que ayuden a sobrellevar este bombardeo por saturación.
Aquí os dejo algunas de esas vacunas, enjoy yourself, little Morlocks, y veniros para acá si queréis saber lo que bueno.
El carnaval esta in the middle por el poblado. Cuando se acaba en todas partes aquí empieza lo más duro, a tumba abierta, matar o morir.

GREENLEAF

THE CLASH & FRIENDS


MOTORHEAD

3 comentarios:

Cazaril dijo...

Pero si lo peor es la música ni el ambiente. Son las caras de felicidad de algunos mientras Georgie Dann se bambolea comp una peonza, o eso me imagino cada vez que suena la del chiringuito.

Me da como un pasmo, y me imagino en un planeta tomado por zombis o algo así, el caso es que me entran unos apretones que me obligan a irme a casa pitando.

Un saludo.
Ani.

Anónimo dijo...

No os enterais. Son kilos confetis, muy habilmente distribuidos por todo el pueblo que sueltan una especie de droga (la mejor conocida) que es capaz de hacerte sentir unas ganas locas de ponerte a bailar al ritmo de "carnaval, carnaval; carnaval te quiero" y al mismo tiempo adormecer tu lado violento para no ir y pegarle 2 hostias al duo sidecar ( o los dos freskitos) y a todos los joputas que retrasan los desfiles con mierdas de trajes improvisados.

Wayne Gro dijo...

No son precisamente esos que nombras los peores, como uno que va solo con un carito que es un jilipollas o comparsas enteras de mamonazos que tienen que hacer el numerito a cada momento