jueves, 31 de octubre de 2013

Sesión terrorífica



Desde aquí os proponemos un planazo de cine esta noche. Una sesión de de terror y pavor hogareño por Halloween.


ABBY (1974) William Girdler
Blaxplotation setentera pura y dura a costa del éxito de “El Exorcista”. Si tenemos a Blácula y Blackenstein ¿Por qué coño no tenemos nuestro Exorcista, motherfucker?
Por lógica debería llamarse Blackexorcist , pero se decidieron por la sencillez y le llamaron con el nombre de la prota: Abby.
La trama promete:
Una consejera matrimonial es poseída por un demonio sexual cuando su suegro, un exorcista y arqueólogo libera al ente en una excavación en África.
Porqué el demonio atraviesa el océano es algo que nadie se explica. El caso es que el suegro, nuestro Karras negro, vuelve a escape junto con su hijo y un amigo policía a exorcizar a la nuera según antiguos ritos africanos.
Con su reparto all black hasta la historia se vuelve negra trasladando el clásico enfrentamiento entre demonio e iglesia a una lucha contra una antigua entidad maligna africana, la cuna del black power.
Si esta sinopsis no te convence quizás el slogan del cartel consiga despertar tu interés:

“Abby ya no necesita a un hombre…¡El diablo es su amante ahora!”  


Y de postre otra peli de género fantástico e indudables intenciones


Si Spielberg nos trajo sus “Encuentros en la tercera fase” (“Close Encounters on third kind”), Richard Kanter contraataca con sus “Encuentros sensuales de cualquier clase” (“Sensual encounters of every kind”)
La trama parece alejarse un tanto de la historia de alienígenas benevolentes de Steven pero no creo que el giro de los acontecimientos desilusione a ningún espectador.
Y otra genial frase promocional: 

De los límites exteriores…a las profundidades interiores

Pasad un rato… de miedo

Todo esto y toneladas más en la imprescindible y psicotrónica My Duck Is Dead…

miércoles, 30 de octubre de 2013

Ave Satani



Hace unos días El Emperador de los Helados preguntaba acerca de los terrores favoritos. Esas escenas que te acojonaron especialmente.
En la lista confeccionada entre los lectores la mayoría alude a visionados jóvenes, casi infantiles. Como comentaba el mismo Emperador al proponer el juego, es difícil ya encontrar ese terror y pavor después de haber visto montones de pelis. La capacidad de sorpresa se va diluyendo y sólo queda lo primigenio. Lo que nos atacó de pequeños, el monstruo debajo de la cama.
Haciendo memoria fui saltando de momentos más o menos evidentes, como Danny recorriendo el hotel Overlook con su triciclo y parándose delante de la habitación 237, o Damien girando en su triciclo (tres ruedas otra vez ¿el vehículo de Satán?) a toda ostia antes de tirar a su “madre” escaleras abajo en “La profecía”. Pensar en el pequeño hijoputa es oir “Ave Satani”, de Jerry Goldsmith, que me sigue pareciendo de lo más acojonante, en el sentido literal de mearte encima, que se ha hecho en música para el cine.
También acompañaba las imágenes de uno de mis miedos personales de la niñez, este anuncio de 1990 del Opel Kadett.



Furiosos dobermans acosando el coche dentro de una capilla gótica al son del coro satánico. Seguramente sugestionado por la escena de los perros de la citada película del anticristo, (el anuncio entero está más que probablemente inspirado en ella), estos 40 segundos escasos me dejaban helado.
Viéndolo ahora otra vez me doy cuenta de que fué la melodía de Goldsmith lo que de verdad se clavo en mi subconsciente.
Y no ayuda nada a exorcizar ese miedo esta versión por un coro de niños rusos