jueves, 29 de marzo de 2012

Locos por Alice Cooper

La foto corresponde a una sesión de fotos publicitarias de Alice Cooper en la época de su cúspide creativa, esos locos setenta en los que algunos nacimos y otros disfrutaron.
Aquellos años en que se comenzaba a ver la promoción como parte necesaria del entramado musical, apoyándose siempre en el hoy en día extraño target del propio trabajo del músico.
La foto vale millones.
No he encontrado información alguna de las circunstancias que llevaron a construir ese sugerente escenario. Probablemente una idea del propio Alice, siempre atento a cualquier ocasión de llamar la atención.
Miremos más de cerca. Los dos a la derecha de Alice parecen estar por estar, ni siquiera miran a la chica. A continuación el propio Cooper tiene una expresiva cara de niño malo a punto de cometer una barrabasada, y observamos que va sin camiseta ¿Qué planea nuestro maquillado amigo? Una expresión parecida tiene el de la izquierda del todo, dispuesto a zambullirse en la piscina rojiza.
Pero sin duda el más interesante de todos es ese que maneja el robot que sube distraídamente por el muslamen hacia el Sagrado Agujero.
Y por si lo explicito de la postura no fuera suficiente, alguien pensó que la chica podía estar ¡comiéndose un plátano! ¿Queda algo más por insinuar o directamente nos la follamos aquí mismo?



Decía Kirk Lazarus en aquella obra maestra que es “Tropic Thunder” que él interpretaba al personaje incluso en el audiocomentario del dvd. Un rockero de verdad como Alice Cooper  lo es incluso en una foto promocional.
Habría que ver a algún mojigato grupete de hoy en día plantarse en un cartel con una tía enseñando toda la pelambre sureña.
Así estaba la cabeza de Alice Cooper in the good old days. Si pensáis que podéis estar como él, o simplemente comentáis el contenido de esta entrada con un oso azul gigante que está sentado a vuestro lado bebiendo sirope, abajo tenéis un certificado que os acredita como locos, porque el mismo Alice os lo explica: “Yo estoy loco, tú estás loco, todos estamos locos”


viernes, 23 de marzo de 2012

Modern Warfare 2: The fast & The Furious 5


En noviembre de 2009 se edita el videojuego “Call of Duty: Modern Warfare 2”. Con el mando de la consola en la mano, uno con tu cuerpo ‘a la’ “Videodrome”, estás inmerso en una experiencia  extrasensorial cercana al orgasmo. A punto de la taquicardia, litros de adrenalina se liberan en tu torrente sanguíneo como saliendo de una manguera rota cuando en la 5ª misión del 1er acto el juego/tu vida te lleva a Brasil, a las favelas de Río de Janeiro, de cabeza a un infierno de balas, emboscadas y persecuciones a través de callejuelas, casas, tejados o cualquier superficie con un mínimo de 45 grados de inclinación, a dos segundos de una muerte más que segura.

 
En abril de 2011 se estrena la película “Fast & The Furious 5”. A los veinte minutos de película notas como se te eriza el pelo de la nuca y los músculos comienzan a bombear mientras una toma aérea baja desde el Cristo del Corcovado hasta el centro de una favela donde el agente Luke Hobbs a.k.a. Dwayne Johnson, descrito más adelante como “…el Antiguo Testamento: sangre, balas, la ira de Dios…”, se dispone a arrasar unos cuantos kilómetros cuadrados de suelo carioca. En contados segundos la bestia Dominic Toretto a.k.a. Vin Diesel se lanza a la escapada a través de un muro de ladrillos perseguido de cerca por Luke Hobbs a.k.a. Dwyne Johnson a.k.a. Old Testament en medio de un infierno de balas, emboscadas y persecuciones a través de callejuelas, casas…un momento ¿one more time Modern Warfare2?
El videojuego se ha convertido en carne y hueso ante tus ojos enrojecidos de tanto tiempo obligándote a no parpadear. La espectacularidad inverosímil y catástica a 1080 pp de Call of Duty se transmuta en los músculos de dos masas de carne creadas para hacer lo que mejor saben: destruir. Dos calvos brutales que en breves instantes, mientras todavía babeas y no entiendes porqué esta película no se pasa obligatoriamente en los institutos, se sueltan una serie descomunal de ostias que resuena en el espacio exterior.
Después, la nada.

martes, 20 de marzo de 2012

Mark Lanegan "Blues Funeral"

Lo primero que empecé a leer antes de escuchar el último disco de Mark Lanegan, este estupendo "Blues Funeral" eran quejas. Con ese “derecho” adquirido que nos da internet, veo en varios blogs como se critica el uso de bases electrónicas del amigo Mark, alegando que eso implica una supuesta pérdida de autenticidad. Y ahí es donde se arquean las cejas, porque entre muchas otras cosas, Mark Lanegan es de los músicos más auténticos que tenemos hoy en día. Nuevos medios para el familiar viaje a esa senda oscura por la que transita nuestro hombre. Ser auténtico es ser sincero y brutal contigo mismo, independientemente del medio. Que unos cuantos tenemos a Lanegan un tanto idealizado es cierto, esa pose continua de cabronazo, hosco y antipático, ese tipo jodido que queremos pensar que siente como canta. Es otro derecho, el de fan fatal, pedir que se quede como esta, que se petrifique en aquel “Hit the City” que cantaba con PJ Harvey, pura intensidad. Todos los cambios cuestan, pero sólo se ha cambiado el medio, el mensaje, la intensidad, es la misma que ya nos agarró tiempo atrás, tan sólo hay que echar un vistazo a los títulos: El hijo del enterrador, Gris se vuelve negro, Elegía a St Louis, Blues del funeral, Oda al disco triste


Unas cuantas bases programadas (“Ode to sad disco” sobre todo) que no son más que otras armas que Mark usa para acentuar más si cabe el ambiente oscuro y melancólico que le están preciado, manteniendo un nivel de tensión acojonante. La electrónica le acerca más al terreno  del estupendo y no menos descarnado “To bring you my love” de la Harvey, sobre todo en “Bleeding Muddy Waters”, pero es el alucinante “As above, so below” de Barry Adamson la referencia a seguir en cuanto al adecuado uso de las herramientas sintéticas.
Empezando por esa potente introducción, plena de bríos eléctricos que es el primer tema del disco, el hijo del enterrador continúa la canción que mejor se sabe, renovada y alucinante, como siempre, intensa y melancólica, como siempre.
New skin for the old ceremony que decía Leonard Cohen.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Concierto Zaraballos 30 marzo

Hummm, sabe a popero...
  
The Zaraballos salen de su semiretiro postindustrial para participar en su primer concierto benéfico. A pesar de que no han cobrado casi nunca, y eso se podría calificar como beneficiencia, esta vez lo es con todas las de la ley. Por aquí teneis todos los datos


lunes, 12 de marzo de 2012

The blue bus, is calling us...driver where you taking us...


La niña miró su reloj, donde las manos de un ratón antropomórfico señalaban las horas y los minutos. Todavía no calculaba bien el paso del tiempo, pero estaba casi segura de que llevaban mucho tiempo en aquel lugar.
Levantó la mirada siguiendo la mano que cogía la suya y preguntó después de tirar como si fuera una campana.
- Papa ¿Qué esperamos?
- El autobús, nena.
La niña miro a su alrededor, unas veinte personas de todas las edades y aspectos compartían con ellos la pequeña marquesina adosada a un banco que hacía las veces de refugio ante la intemperie en la parada.
- ¿Cuánto le falta? – volvió a preguntar.
- No lo sé, nena.
- Nadie lo sabe, guapa. -  añadió un hombre que estaba detrás de ellos.
Mientras se acercaba se iba a afeitando con una maquina eléctrica. La ropa arrugada y el pelo desaliñado parecían indicar que había dormido en el banco.
- ¿Cómo que nadie lo sabe? – preguntó de nuevo la niña buscando la mirada de su padre.
- Es verdad, nena, nadie lo sabe del todo.
La niña se giró a mirar el cristal que había de trasera en la marquesina. Ocupando casi toda la extensión estaba pegado un cartel abarrotado de líneas de colores, números y letras.
- ¿Qué es eso, papá?. – preguntó señalando el cartel. Todavía no se le daba muy bien leer.
- Son los horarios de los autobuses. Ahí pone cuando van a venir.
- Supuestamente. – añadió el hombre, que ya había acabado de afeitarse.
- ¿Es verdad eso que cuentan? ¿Que el horario y trazado de las líneas las diseñó un enfermo mental?. – preguntó un muchacho de unos 17 años, viendo un lugar donde saciar su curiosidad acerca del tema.
- Nadie lo sabe.- comenzó a contestar el hombre recién afeitado – Se dice que era un trabajador del ayuntamiento que se volvió loco después de cambiar mil veces el diseño de los carteles. Los concejales, el alcalde, los jefes, otros compañeros, todo el mundo opinaba y pedía cambios.
- Dicen que llegó un momento en que el hombre desapareció de las oficinas. – el padre continuó la historia - Nadie supo nada de él hasta que llegaron los carteles de la imprenta al ayuntamiento.
Los dos hombres y el muchacho miraron a la vez al cartel.
Las líneas de colores se cruzaban sin parar alrededor de puntos con los nombres de las calles. Largos cuadros de horarios se superponían con los puntos, uniendo varios de ellos en los que parecía un esquema tridimensional. Las rayas de más de veinte tonos giraban en todo tipo de ángulos, se retorcían y algunas hasta creaban espirales. Negras flechas marcaban el sentido de la ruta, pero no era raro ver flechas enfrentadas, o señalando los dos sentidos a la vez. Las líneas parecían estar a diferentes escalas, e intervalos de tiempo de minutos en algunos tramos se convertían en segundos y casi en milisegundos en otros, situación que se complicaba al superponerse los caminos…
- Pero alguien se sabe los horarios de verdad ¿no? alguien le pasó a ese diseñador una simple tabla de Excel con las cosas claras.- preguntó el joven, intrigado.
- No sé, imagino que si – contestó el hombre – Pero de aquello no debió quedar nada.
- Cuando el último conductor abandonó por imposibilidad de aprenderse la ruta el ayuntamiento estuvo a punto de retirar las líneas, pero dicen que apareció un correo con un programa codificado.
- ¡Si, me acuerdo de aquello! Supuestamente, el diseñador original envió la ruta encriptada, con instrucciones para instalarla en los navegadores de cada autobús. – añadió el padre, animado por la conversación.- Y antes de que preguntes chaval ya te digo que no se puede sacar la ruta de ese programa para reproducirla de manera inteligible. Por lo visto es igual de enrevesado que el resto de diseños.
El joven iba a añadir algo, pero la llegada casi por sorpresa de un autobús enmudeció el grupo.
Como salido de la nada, el silencioso transporte avanzó calle arriba. Varias personas contuvieron la respiración. Encima del parabrisas, en un cuadro iluminado, se podía leer VARIAS LÍNEAS, no podían saber si pararía allí.
Por suerte el vehículo se detuvo ante la parada y las puertas se abrieron. Cuando pasaría el siguiente, o donde iba aquél, eran cuestiones desconocidas, e irrelevantes, la ocasión era demasiado buena para desperdiciarla. Todo el mundo que esperaba allí entró, algunas con lágrimas en los ojos.
Sentada al lado de su padre, la niña miró por la ventanilla al alambicado cartel de horarios, y por unos momentos le pareció entrever movimiento en las líneas, como todas se arremolinaban y separaban siguiendo un movimiento pausado, algo confuso pero ordenado, recomponiéndose y formando algo distinto continuamente.
La niña sonrió y miró al frente mientras el autobús comenzaba su viaje a lo desconocido


Jean Giraud 10/03/2012


El Teniente Blueberry se ha quedado definitivamente huérfano.
Adios, Jean, Gir, Moebius, tantos nombres para un solo genio.

jueves, 8 de marzo de 2012

Azkena punto y final


El culebrón Azkena llega a su fin.
Al final no voy, bueno, no vamos.
Ninguno de los que el año pasado juramos volver, absolutamente encantados de la experiencia, repetiremos viaje.
Recapitulando es fácil seguir la fatal cadena de acontecimientos:
Presa de la emoción con la apertura brutal del cartel, que prometía la recién reunificada Black Sabbath y los legendarios Lynyrd Skynyrd, me compré la entrada de inmediato.
Apoyados en su bomba Sabbath, mientras otros festivales engordaban listas de grupos el Azkena guardaba silencio, seguros de sí mismos. Demasiado seguros.
Se incorporan unas cuantas bandas, interesantes algunas de ellos (Graveyard y My morning jacket sobre todo), pero no lo suficiente potentes (¿Blue Oyster Cult como pseudo cabeza de cartel?)
Aguardamos pacientes, el año pasado hubo sorpresas hasta el final.
Hasta que la noticia del cáncer de Tommi Iommi precipita los acontecimientos…
Como era previsible Black Sabbath acaba suspendiendo, de lo que no tiene nadie la culpa, ni siquiera el gobierno. El estruendo de la patada en las pelotas a la organización se oyó desde aquí. Todos los huevos del Azkena estaban en la misma bolsa, y un gordo se acababa de sentar encima.
A grandes males, grandes remedios pensamos. Hacía falta un golpe de efecto gigante por parte de la organización en la forma de nombre sonoro y grandote, véase Neil Young, para remontar el vuelo, pero sólo nos ofrecen un apaño un tanto absurdo, sobre todo por repetitivo, que sólo complace al bolsillo de Ozzy.
Igual que Alemania perdió la Segunda Guerra Mundial en Normandía, éste es el momento de la caída Azkenera.
Desconozco la situación financiera del contrato y sus condiciones, pero obligarte a repetir concierto la edición siguiente por no suspender huele a podrido desde la calle.
Mientras el Sonisphere lanza a bombo y platillo la reunión de Soundgarden, la organización rompe un silencio absurdo de dos semanas desde la cancelación, para anunciar ¡a Status Quo como cabezas! Tan sólo Black Label Society de las últimas incorporaciones hacen levantar la mirada hacia un cartel que dejó de llamar la atención hace tiempo, y eso porque Zakk Wylde viene de “friend” de Ozzy y aquel no pierde el viaje.
El verano se ha vuelto un coto de caza bestial para festivales de unos y otros sonidos. Poperos, indies y heavys se rifan a los grupos buscando encontrar su cuota de asistentes, primero el reclamo y después la jugada completo, un juego complicado que debe plantearse con más ases en la manga.
Habría que ver cómo anda el mercado de los fichajes, con tanta vieja gloria dispuesta a cobrarse los réditos acumulados todos estos años de retiro cueste lo que cueste.
Pero al fin y al cabo, nosotros, que somos los que mantenemos más o menos (cada vez lo dudo más) este tinglado, nos quedamos compuestos y sin Vitoria, decepcionados precisamente porque el año pasado se salió, en un equilibrio admirable de programación que miraba al pasado y a la actualidad sin problemas.
Hoy por hoy, ni siquiera un torpedo como Queens of the Stone Age, última hora del ARF 2011, salvan esto de la quema.
La entrada ya esta devuelta, y el Sonisphere se acerca en el horizonte.

miércoles, 7 de marzo de 2012

4 años ya...

El autor de estas líneas en un olvidado daguerrotipo. Las dos cervezas eran para él, de ahí el caos reinante en el blog.
Cuatro años se cumplen hoy se nos han pasado de esta cosa grasienta y ruidosa que 77perroslocos.
Como los hijos de los otros, parece que fue ayer cuando empecé a contaros historias por aquí. Cuatro años que nos llevan a  la inevitable entrada/repaso melancólico desde los albores de estos Perros. Si señores, voy a escribir un poco sobre mi mismo, pero ¿acaso no son así todas las entradas?
El diario online del principio se ha depurado, concretado. Menos entradas pero mas definidas, y más elaboradas cuando puedo y estoy de humor. Menos hablar por hablar, aunque eso sea difícil de afirmar refiriéndose a un blog, claro. ¿Mas interesantes? espero que si, para mi al menos lo son.
Con el tiempo los tiros han ido por donde se veía venir, y el grueso de las entradas tratan acerca de cine o de música, después series de TV y libros, hasta una simple foto y lo que pueda significar,  lo que me interesa y me llama la atención. Por eso intento no hablar de lo que no me ha gustado, creo que es mejor comentar un disco que me ha dejado encantado que poner a otro por los suelos, a no ser que la decepción sea descomunal. Se producen muchas menos joyas que trozos de mierda, hablemos mejor de ellas.
Y eso que la sección de gruñidos y mala leche, Grrrr, es la que más comentarios suscita, por que nos encanta un buen pollo de vez en cuando.
Lo que no ha cambiado han sido los verdaderos motivos  por lo que todo esto empezó, ganas de escribir y practicar, y sobre todo ganas de compartir esas cosas que me parecen interesantes, que me dejan alucinado cuando las veo o las oigo o las leo, que me llaman la atención lo suficiente para dedicarles unas líneas.
Hace unos años bajé el ritmo de publicación peligrosamente, pero de unos meses a esta parte lo estoy recuperando, obligándome un poco a actualizar y seguir al día del caos de mi cabeza, trabajando las entradas lo máximo posible, cuando sea necesario. Ya sean mamotretos como la entrada de "Iron Sky" como esta última del cumple de Lou Reed.
Cuatro años de tener un sitio donde comentar con los amigos esto y aquello, conocer a gente nueva y conocer mejor a gente "vieja". Os agradezco que de vez en cuando os deis una vuelta por aquí a ver que nueva canción esté sonando, aunque sea otra del puto Star Wars.
 466 entradas con ésta, veremos hasta donde llega

viernes, 2 de marzo de 2012

Lou Reed 70 añazos



70 añazos de Lou reed.
Seguro que ni él se lo cree. El precusor de la introspección dolorosa y la destrucción personal en el rock ha sobrevivido a todo lo que os podais imaginar.
No se que más se podría decir de una de las figuras más estudiadas, seguidas e imitadas del rock, de los pocos clásicos absolutos que nos quedan vivos, y de los menos todavía que continúan siendo auténticos y coherentes (en este paso se nos han quedado fuera Keith Richards y Mick Jagger).
No hagáis mucho caso a eso que dicen que ha hecho con Metallica, poned “Sister Ray” a nivel perjudicial y echaros una absenta por él. 
Después os recomiendo “Perfect day” y “Satellite of love”, dos de esos sucesos que hacen que el resto del mundo deje de molestar por unos momentos, en los que puedes llegar a pensar que esto que nos traemos entre manos vale la pena.

jueves, 1 de marzo de 2012

Stone Wars

No se me ocurre mejor manera de empezar este caluroso marzo que con una foto de Emma Stone al estilo Leia. Ya sabeis que por aquí estamos convencidos de que los mundos se tocan, y más aún el mundo Star Wars con los otros mundos. 
La imagen sale de una idea de George Lucas para vender la camiseta que usa Emma en la imagen (además de otros muchos famosos mucho menos subyugantes) para luchar contra el cáncer. Si la Stone me vendiera una camiseta en pro del reparto de anthrax a la población civil la compraba sin pensar.