viernes, 27 de abril de 2012

Mira a Django


Hace tiempo os contaba AQUÍ de qué iba “Django Unchained”, ahora por fin podemos echar un primer vistazo, oh yeah!.
Desde Uruloki tengo el placer de presentaros al doctor King Schultz (Christoph Waltz) y al mismísimo Django (Jamie Foxx), preparados para una buena ración de venganza y violencia a la Tarantino. El propio Jamie define su personaje como una mezcla del setentero Shaft y el Clint Eastwood haciendo de ángel vengador de “Infierno de Cobardes”, “El jinete pálido” o el final de “Sin Perdón”.
Doc King y Django, y el infierno les seguía...
Y además, el malo maloso de la historia, porque ya sabéis que en las pelis de este hombre no hay buenos absolutos, puros y castos, sino diferentes escalas de maldad. Vincent Vega nos molaba y todo eso, pero era lo que se dice un hombre malo. De acuerdo con la definición de nuestras madres, el personaje de Travolta es equiparable a aquellos individuos que supuestamente ofrecían caramelos con droga a los niños (¿para qué harían eso? todavía hoy no lo sé).
Como decía, aquí tenéis la primera imagen del mega malo de la historia, el infame esclavista Calvin Candie (Leonardo DiCaprio).

¿Qué haces con ese martillo Calvin?
Habrá que esperar para ver a Kurt Russell como entrenador de esclavos cabronazo, o al inefable  Samuel L. Jackson como esclavo soplón, además de Sacha Baron Cohen, Tom Savini, Don Johnson, o el antiguo “ShieldWalton Goggins. Al final el único rumor que no se ha hecho realidad es la incorporación de Joseph Gordon Levitt, que en cambio tiene pendientes la esperadísima “Batman. The Dark Night Rises” y la ciencia ficción de asesinos a sueldo viajeros del tiempo “Looper”, dirigida por Ryan Johnson, el mismo que ya le dio el papelón protagonista en la estupenda “Brick”. El hombre sabe dónde meterse, no hay duda.
Al final parece que el estreno previsto en España se retrasará hasta el 25 de enero de 2013, un mes después que en yanquilandia, en vez del previsto 28 de diciembre. Esperemos que la fecha no se mueva como inexplicablemente pasó con el estreno de “Kill Bill”, para la que tuvimos que esperar seis putos meses.
Aqui os dejo unas cuantas canciones con olor a polvo, cactus y whiskey, damm!



 



 

lunes, 23 de abril de 2012

sábado, 21 de abril de 2012

Cartas a Chris


Más cartas a Christopher Walken, el amigo de los niños, AQUI

Acordes Rotos de Fernando Navarro


Johnny Thunders nos saluda desde la portada del imprescindible tratado de rock auténtico que es "Acordes Rotos"
Se puede escribir sobre música mejor o peor, criticarla u opinar mejor o peor.
Lo realmente difícil es escribir acerca de cómo se siente esa música. Está prohibido hacerlo mal, porque de ser así te estás engañando a ti mismo y a quien te lea, si es que además tienes la infinita suerte de que alguien se interesa en tus opiniones y sensaciones.
Si escribes desde el corazón y los huevos es imposible hacerlo mal, fallarle a esa música que estas latiendo mientras redactas. Y si encima tienes talento para reflejar esas sensaciones en el papel, la cosa se convierte en algo más grande, sale volando y te traspasa la cabeza, y cuando acabas de leerlo sabes que no sólo se ceñía a este o aquel cantante, esta o aquella canción. Lo que acabas de leer ha llegado adonde no lo suele hacer la crítica especializada.
Todo eso lo hace a la perfección Fernando Navarro, redactor del diario El País y colaborador habitual del suplemento cultural Babelia, las revistas Ruta 66, Efe Eme y Rolling Stone. Precisamente a través de la Ruta, más concretamente del (muy recomendable) blogde uno de sus directores, Alfred Crespo, conocí la existencia del libro de Navarro, “Acordes rotos. Retazos eternos de la música norteamericana”, publicado dentro de la nueva editorial dedicada al rock dirigida por la gente del Ruta 66 rpm .
Lo compré y me rendí.
El hombre rezuma pasión por la música, sobre todo norteamericana, y es capaz de, ahí viene la parte difícil, compartir contigo esa pasión particular, ponerte a su lado y admirarla como él.
Willy DeVille no podía faltar en una lista de "malditos" del rock

En el libro repasa en cortos pero concisos pasajes los hechos de 33  músicos norteamericanos con la  carrera truncada de una manera u otra, ya sea muerte temprana (Jimi Hendrix, Jeff Buckley, Buddy Holly), una fama esquiva (Fred Neil, Bobby Charles) o la discriminación más pura y dura( Bessie Smith). Al tiempo que describe sus estilos, orígenes, logros y pérdidas, nos desentraña otra historia, la de Estados Unidos, la real, la que segregaba blancos de negros, la de la depresión, la del subidón sesentero y la decepción consiguiente con Vietnam. Y lo hace todo de una manera tan natural que al final todo encaja, como si el tema tratado tuviera alguna especie de lógica. Sin engorros o rimbombancias, con un estilo limpio y cómodo, Fernando te lleva de la mera nota en la enciclopedia (el hombre se lo ha leído TODO acerca de la música popular americana) a aquella sensación que le supuso escuchar aquel tema.
Y la sinceridad y la habilidad hacen el resto. Ya no estás leyendo sólo una bio de Johnny Thunders, estas delante de él, descrito en cuatro párrafos. Johnny y su música, su entorno, su historia, en cuatro putos párrafos perfectos.
Es un lujo tener a alguien así escribiendo de rock en nuestro idioma, tan poco prolijo en aproximaciones a la música anglosajona.
Y si todavía alguien alberga ciertas reticencias ante la compra del libro no tiene más que pasarse por su imprescindible blog, donde la capacidad de emocionar de Fernando se multiplica, libre de las presiones de la página escrita.
Lo dicho, todo un lujo  tener a un señor así en nuestros lares.
Jeff Buckley, nunca será suficiente
Solo espero que la senda no pare, y que el bueno de Fernando escriba montones de libros acerca de música, ya sea rock, soul o lo que le salga de los cojones, que ahí estaremos esperando para devorarlo.
Y es que en el fondo Fernando Navarro es todo un músico, como bien explica en el prefacio del libro: “ Espero que el lector disfrute de “Acordes rotos” tanto como yo escribiéndolo. Si de su lectura surge la necesidad de buscar en la discoteca personal y escuchar un disco de uno de los 33 músicos tratados o se consigue despertar el suficiente interés como para conocer la obra de alguno de ellos, entonces, será lo más cerca que he estado de saber qué se siente al componer una canción y que el oyente aprecie su propósito interior. Y tan importante como eso sería que este libro fuera capaz de mostrar ligeramente el retazo de la música que contiene. El retazo de un sonido hecho con pasión por gente corriente para la gente corriente."


viernes, 20 de abril de 2012

Levon Helm 19/04/2012

Levon Helm ha muerto a causa de un cáncer de garganta la noce pasada. Nunca fuí el mayor fan de The Band, ni siquiera del hombre en solitario, pero si que hay un buen puñado de canciones de esta genet que me encantam sobre todo aquellas del mítico "Last Waltz" de Scorsese, que Helm  detestaba, por cierto. Y sobre todo esta me pone los pelos de punta. Si quereis saber más acerca de esta figura clave de la música americana de raíces ir en la barra de la derecha al blog de Fernando Navarro, "La Ruta Norteamericana" que os lo contará mil veces mejor que yo.

miércoles, 18 de abril de 2012

Foot shootin' party!

Allmans en los pantanos. Gregg es el de atrás.

Lo que tiene no ver los telediarios. No me había enterado de que estos días cierto muchacho de la familia real se ha pegado un tiro en el pie. En realidad es un hito que nos hayamos enterado todos, siendo de ese tipo de noticias que se ocultaban a las masas a fin de mantener el status intocable, el ideal de la realeza rancia e inabarcable de toda la vida vamos.
La noticia me recuerda una de mis anécdotas favoritas del rock, de aquellos lejanos 60, la época en la que todo era posible y para viajar no era necesario un vehículo a motor.
En aquel loco 1965, Gregg Allman era tan sólo un chaval de 17 años al que su hermano Duane, el genio del bottleneck, le pidió que entrara de cantante en el grupo que acababa de formar, los futuros Allman Brothers.
Ajenos al inminente nacimiento de una banda legendaria, el ejército de Estados Unidos se iba de veraneo a Vietnam y necesitaba el máximo posible de jóvenes reclutas para lo que pensaban iba a ser un paseo militar.
Nuestro joven Gregg recibió la llamada a filas cuando el grupo comenzaba a coger forma, y una ausencia por parte del cantante y teclista por un mínimo de dos años sería fatal para el arranque definitivo de la banda.
Pero Duane, como buen hermano mayor, vino con la idea perfecta para remediar esa peliaguda situación. Y le organizó a su hermano pequeño una foot shootin’ party, o fiesta del tiro en el pie. Ni más ni menos. Un tiro en el pie para no pasar el reconocimiento médico y quedarse en casita. Y aunque a algunos les pueda parecer un disparate, Gregg accedió, un tanto asustado, pero accedió (pararse a pensar las cosas no parece ser una de sus virtudes, no en vano años después se casó con Cher)
Ya os imaginareis por donde fueron los tiros, nunca mejor dicho. Después de una fiestaca de esas que hacen antología, con abundante alcohol y otras sustancias, como no, Duane pintó una diana en el pie de su hermano a petición de éste, que se disparó acto seguido con una escopeta.
La ambulancia llegó justo a tiempo, puesto que estaba avisada con tiempo (¿os pensabais que Duane hacía las cosas sin pensar?)y el mismo Gregg contaría luego que, ya en urgencias, cuando le descalzaron para curarle, cayó en la cuenta de la diana pintada en el zapato. Asustados por si los delataban al ajército, Duane corrió a por la evidencia en un descuido de los médicos y pudo hacerla desaparecer. 
Allmans alive!!
Cuando el joven recluta se presentó en la oficina de los marines más próxima con las muletas y el abultado vendaje enseguida fue declarado exento. La jugada salió a la perfección, y Gregg pudo continuar consolidando la leyenda de los Allman Brothers, recuperándose totalmente del incidente, ya que la bala no atravesó hueso o cartílago.
Esta sólo es una de las alucinantes historias que rodean a los Allman, auténticos forajidos más cercanos a los antiguos vaqueros que a los hippies que los rodeaban y especialistas en generar anécdotas a cual más bestia.
Por eso no veo los telediarios. Prefiero mil veces una historia salvaje acerca de una banda mítica a una estupidez acerca de un niñato jugando con escopetas.

PD – No es raro que las Foot Shootin’ Parties siguieron dándose. Pero mis intentos de buscar otros ejemplos han chocado con una inexpugnable barrera en forma de una perdida película de Leonardo DiCaprio del mismo nombre que impide ir más allá.


jueves, 12 de abril de 2012

Mark lanegan Band Madrid 1/04/2012

Ya os contaba por aquí la bomba que era el último disco de Mark Lanegan, y no podía perdérmelo en esta gira de presentación, mi primera ocasión de verlo en solitario  Ya lo había visto como la mitad de los estupendos Gutter Twins, a medias con Greg Dulli,  y con la rubia Isobel Campbell en la gira del último disco (ya es definitivo, no habrá más) de la pareja, “Hawk”, pero nunca había visto al Hombre defender su repertorio él solo, por lo que la expectación era máxima.
Siempre que me imagino viendo a Mark Lanegan es en un local auténtico, algún teatro antiguo reconvertido en sala de conciertos (así lo vi con la Campbell) , o una sala de un auténtico fan de la música, llena de público fanático entregado, en medio de un bar con solera. El lugar del concierto no era nada de eso. Una macro sala de fiestas, con barras a precios de puticlub y con más luces que una feria, preocupado por alquilar sus salas a eventos pseudo guays que ni siquiera anuncia el concierto del Hombre en su web.
Aún así el sitio estaba lleno, el bueno de Mark parece tener una buena legión de seguidores en el país, lo que nos permite verlo en todos los proyectos en los que se embarca.
Acompañado con una banda bestial donde brillaba especialmente el guitarrista, un impersonator de Johnny Cash que traducía las melodías del de Ellensbourg (no es de Seattle, a pesar de que fuera allí donde se haría famoso) a potentes y crudos riffs. Las famosas bases electrónicas de la discordia en el último disco se empequeñecían ante el enfoque rockero de las versiones en directo, contundente a manta, casi seco.

El Hombre no faltó a su costumbre de prácticamente no abrir la boca salvo para cantar con esa voz que nos tiene hipnotizados desde hace décadas. Tocó el último disco prácticamente entero, comenzando por una tremenda “Gravedigger’s song”, dejando claro por donde iban los tiros. Hubo tiempo para la impresionante “Hit the City”, con el guitarrista haciendo las veces de PJ Harvey; y para esa bomba del lejano “Field songs”, “One way street” o “Pendulum” del que para mi es su mejor disco “Whiskey for the holy ghost”. Incluso ahora al buscar el set list completo me entero de que tocó una de Screaming Trees que no reconocí.
Una gozada disfrutar de un músico increíblemente carismático en plena forma, presentando un disco cojonudo y con un acompañamiento alucinante, ofreciendo, como debe ser, un concierto potente e intenso. 
Un recital de rock fuerte y oscuro, o lo que es lo mismo, un recital de Mark Lanegan.



Tracklist:
The Gravedigger's Song
 Sleep With Me
 Hit the City
 Wedding Dress
 One Way Street
 Resurrection Song
 Wish You Well
 Gray Goes Black
 Crawlspace (Screaming Trees song)
 Quiver Syndrome
 One Hundred Days
 Creeping Coastline of Lights (Leaving Trains cover)
 Riot in My House
 Ode to Sad Disco
 St. Louis Elegy
 Tiny Grain of Truth
 Encore:
 Pendulum
 Harborview Hospital
 Methamphetamine Blues