jueves, 22 de agosto de 2013

The Zero Theorem al fín






Por favor todos en pie. Por fin tenemos el primer cartel y algunas imágenes de la última película del gigantesco Terry Gilliam, “The zero theorem
Christoph Waltz protagoniza una trama de ciencia ficción enrevesada y compleja, marca de la casa, en lo que parece una vuelta a sus amados ambientes decadentes, abigarrados y oscuros de “Brazil” o “12 Monos”.
Cuatro años han pasado ya desde la estupenda “El imaginario del Doctor Parnassus”, marcado por la muerte de Heath Ledger, con sus tres sustitutos de excepción y ese demoníaco Tom Waits .
The zero theorem” iba a comenzar a rodarse en aquel 2009, pero problemas en la producción, otra marca de la casa Gilliam,  alejaron al Python del proyecto hasta el año pasado. En este tiempo Billy Bob Thorton, elegido inicialmente para encarnar al prota Qohen, se ha caído del cast a favor del alemán Waltz, un cambio de los buenos, de los que son para mejor.
Miro en la wikipedia y compruebo al ver el reparto que muchos actores están catalogados como Doctor 1, Doctor 2, etc. Una vez más anónimos doctores/funcionarios como ejecutores de poderes superiores opresivos y alienantes.
Al cartel le acompañan unas cuantas fotos y una sinopsis tan compleja y alambicada como los propios ambientes en los que se desarrolla.

“Dentro de un corporativo mundo Orwelliano donde los "hombrecámaras" sirven de ojos a la oscura figura conocida como Gestión, Qohen Leth (Waltz) trabaja en la solución de un extraño teorema mientras vive como si de un monje de clausura se tratara en su hogar, el devastado interior de una capilla incendiada. Su aislamiento y trabajo son interrumpidos por visitantes sorpresa. Bainsley (Thierry), una exuberante joven que lo tienta con el "interfaz biotelemétrico tántrico" (sexo virtual), y Bob (Hedges). Este último, hijo rebelde de Gestión, es quien, en una combinación de comedia de insultos y una creciente y sincera amistad, espolea a Qohen para que resuelva el problema al que se enfrenta.
Pero lo que parece ser un incentivo son en realidad distracciones intencionadas y orquestadas por Gestión (Damon) para mantener bajo control el progreso de Qohen. Bob crea un traje de realidad virtual "espacio-interior" que llevará a Qohen a un viaje en si mismo, un encuentro con las ocultas dimensiones y la verdad de su alma, allí donde yacen las respuestas que tanto él como Gestión están buscando. El traje y la tecnología de apoyo realizarán un inventario del alma de Qohen, bien probando o bien descartando la validez del Teorema Cero.”

Interfaz biotelemétrico tántrico...

Ven a la fiesta Christoph, yo ire vestido de ¿leopardo? rechonchete

Doctor, doctor please...
Por esas cosas del cine (el puto dinero) ¡la película no tiene fecha de estreno en los USA!, no hablemos ya de nuestro pequeño rancho a orillas del Mediterraneo.
Y es que ser fan del director exige una cantidad de paciencia desproporcionada. Como los protagonistas de sus películas, los seguidores de Terry Gilliam debemos sortear todo tipo de trabas para alcanzar la luz al final del túnel, alucinar durante un par de horas para darte cuenta de que todavía sigues atado a una silla en medio de un manicomio. Te has vuelto loco, si, menos mal
Bienvenido de nuevo Terry, estás en tu casa.
Imágenes y sinopsis vía Uruloki, you know…

Cualquier momento es bueno para poner una foto de Gilliam disfrazado de vikingo

miércoles, 14 de agosto de 2013

El resplandor zaraballo del 24 de agosto



Este verano he visto el alucinante documental “Room 237”, acerca de mi película de miedo favorita, “El Resplandor”.Y digo alucinante porque no comenta los aspectos técnicos o las características típicas de cualquier documento del estilo al uso. Es una entrevista ininterrumpida con seis fans absolutos de la peli que nos hablan de SU explicación, sus interpretaciones más allá de lo que pueda parecer evidente. Alusiones al genocidio indio, al montaje del hombre en la luna, los laberintos. La escena escogida para hacer el cartel Zaraballero tiene su miga y esta diseccionada en el documental.
Sobre todo la idea de que como las obras maestras como esta, totalmente irracionales, despiertan miles de interpretaciones ajenas al propio autor. Mr Ausente lo cuenta mejor aquí.
Por eso cuando hace unos días toma forma ese concierto que anuncio arriba, con sus características peculiares, los pasillos del Overlook vinieron en mi ayuda para montar un pequeño recordatorio para colgar por ahí.
Más explicaciones acerca del evento, como siempre, en el Blog Zaraballo.
Mas explicaciones de “El Resplandor”, en tu propia cabeza.

viernes, 9 de agosto de 2013

Leia on the beach

Entrada para saludar y poco más.
Julio se ha pasado en blanco y no descarto que agosto lo haga...no es bueno forzarse.
Hasta pronto.

 “…Como sabes, shibumi tiene que ver con un gran refinamiento fundamental bajo una
apariencia corriente. Es un concepto tan correcto que no tiene que
ser audaz; tan sutil, que no tiene que ser bonito; tan verdadero, que
no tiene que ser real. Shibumi es comprensión mas que
conocimiento. Silencio elocuente.
En el comportamiento, es modestia sin recato. En el arte, en
donde el espíritu de shibumi toma la forma sabi, es elegante
simplicidad, brevedad articulada. En la filosofía, en la que el shibumi
emerge como wabi, es un sosiego espiritual que no es pasivo; es el
ser sin la angustia de la conversión. Y hablando de la personalidad de
un hombre es... ¿cómo podría explicarse? ¿Autoridad sin dominio?
Algo parecido.
La imaginación de Nicholai se adentró en el concepto de shibumi.
Nunca ningún otro ideal le había emocionado tanto.
—¿Cómo se puede alcanzar este shibumi, señor?
—No se logra, se... descubre. Y únicamente unos pocos hombres
de infinito refinamiento son capaces de ello. Hombres como mi amigo
Otake-san.
—Lo que significa que uno ha de aprender muchísimo antes de
llegar a shibumi.
—Lo que significa, más bien, que uno ha de pasar por el saber y
llegar a la simplicidad.
A partir de aquel momento, el objetivo principal de la vida de
Nicholai fue convertirse en un hombre de shibumi; una personalidad
preponderantemente tranquila…

Shibumi
Trevanian