sábado, 3 de noviembre de 2012

Camino tortuoso


“Era una película de Godzilla, una de las japonesas antiguas. Algún pobre y chiflado cabrón metido dentro de un traje de lagarto de goma y pagado con dinero ramen por pisotear una maqueta de Tokio.
Hubo un corte chapucero y después otro supuesto monstruo-lagarto se abrió paso a través de Tokio bonsái. La calidad de la película era distinta. Era un corte de otro film. Corte de vuelta a Godzilla, pero en slow motion, con un filtro rosa sobre la imagen, y algo que sonaba como a Justin Timberlake mezclado por encima.
Hubo un movimiento perceptible en el público. Oí al tipo de mi lado contener el aliento.
Salieron más lagartos de goma, sacados de lo que podrían haber sido media docena de películas. Entonces un largo y encantador plano recorriendo a Godzilla, desde sus tobillos de lagarto hasta sus protuberantes ojos. La música creció. Y entonces, algo robado de una película familiar, alguien con una máscara de Godzilla, diciendo “Grrrh” de una forma que sonó claramente americana.
Alguien en la sala dijo “Yeahhh”, y miré por encima. Mis ojos se habían adaptado a la oscuridad. La mayoría hombres, con camisetas y pantalones cortos. Unas pocas mujeres, vestidas igual, obviamente con sus novios. […] Miré hacia atrás, y por primera vez conseguí una buena visión del tipo de al lado.
Llevaba un enorme guante de espuma verde modelado para parecerse a una garra de lagarto en la mano derecha. Y la mano derecha estaba colocada muy decididamente en la entrepierna.
En la pantalla Godzilla luchaba contra otro monstruo lagarto. Gemidos de una peli porno eran colocados encima.
Alguien refunfuñó en la oscuridad. Observé hasta ver a una mujer frotando el regazo de su novio con un guante garra de lagarto.
- Eso no es justo – siseé, odiando al mundo por insistir en joderme siempre.
El tipo de al lado se dio la vuelta. El sudor brillaba en su frente.
- Colega – susurró - ¿tú no tienes guante?
- No, es que…nadie me dijo lo que significaba MHP, eso es todo -  no iba a admitir que no sabía lo que era bukkake, si se trataba de un rasgo tan obvio de lo molón.
Sonrió en la oscuridad, enseñándome dientes qe habrían hecho que Shane McGowan vomitara.
-¿No sabes que ahora tenemos una palabra? Joder, has estado fuera de juego, colega. Macroherpetófilos. “Herpetófilos”, para la gente a la que, ya sabes, le gustan los lagartos. Le gustan los lagartos. Y “macro” para, bueno, grande, a gran tamaño. Así, gente que…
Gente que quiere follarse a Godzilla.
La banda sonora estalló con un rugido mezclado con un orgasmo agresivo, y sus ojos malvados respondieron a la pantalla. Godzilla tenía los dientes alrededor del cuello de otro reptil. El público se estaba agitando, un estruendo contenido de gemidos profundos, cincuenta personas irradiando calor húmedo en el auditorio. […]
Godzilla tenía a una cosa lagarto sobre la mugre, forcejeando salvajemente. El tipo de al lado gimió.
- Si, toma esto, perra…
I feel love” de Donna Summer apareció en la banda sonora.
El tipo de al lado comenzó a restregar  frenéticamente su entrepierna con el guante. Decidí mantener mis ojos sobre la pantalla.”

Extracto con mucho tacto de “Camino tortuoso”, primera novela del guionista de comics Warren Ellis. Un detective hecho polvo recibe el encargo de encontrar la “verdaderaconstitución” de los EEUU. Constitución que volverá al pais de vuelta a las tradiciones puritanas, a la férrea segregación y a la absoluta retirada de libertades individuales. El estado como generador de la conspiranoia más bruta, trama obsesiva del amigo Ellis.
Desfile de anomalías, perversiones y cabronazos pudientes, no llega al nivel de obras magnas como su “Transmetropolitan” o “Authority”, pero no pierde la ocasión de cagarse en el poder establecido, en oligarquías rancias y en los convencionalismos sociales respecto al sexo. El inglés es amigo de la exageración más bruta y a la vez refinada, la subversión hecha arte, véase los macroherpetólogos, hallazgo total de la historia. Y es que siempre hay algo que rescatar de ese caos lleno de vicio y  mala leche que debe ser la cabeza de Mr Ellis.

Y de postre, la proto-tecno-guarra-porno-insinuante canción de la reina del disco Donna Summer, "I feel love" o como cantar como si follaras. 1977, aquellos años en que una podía grabar un orgasmo, publicarlo, y llegar al nº1. Good old times

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