Soundgarden strikes back!!!

Llevo mucho tiempo con ganas de escribir acerca de la vuelta de Soundgarden y aquí está, con algo de retraso. Cuando tenía alrededor de 17 años todos estábamos obsesionados con aquel sitio casi mítico que era Seattle. Todo lo que valía la pena salía de allí o tenía relación directa. Todos sabíamos qué era Sub Pop y que quien grababa con ellos molaba. Todo era de color grunge. De allí eran también el gran cuarteto del momento y de la música del los noventa. Nirvana estaba más allá de toda duda, la ostia en la cara, la melodía perfecta, Kurt Cobain, la leyenda, sólo ellos cumplían algún aspecto del tan cacareado grunge (sigo pensando que el único grupo genuino de ese “sonido” fue Mudhoney), pero se les metía en el saco alegremente; Pearl Jam eran los músicazos, canciones impecables con ese aire setentero tan cojonudo y Eddie Vedder como genial maestro de ceremonias; Alice In Chains eran mucho más metaleros, y ya en el segundo disco dieron con aquella obra maestra que fue “Dirt”,esos ritmos árabes de Jerry Cantrelly , el torturado Layne Stanley expandiendo la depresión, rain when I die. Y luego estaba Soundgarden.

Primero fue "Badmotorfinger", ese discazo que tenía una cara A capaz de dejarte sin aliento: “Rusty Cage”,” Outshined”,” Slavers & Bulldozers”, “ Jesus Christ Pose” ( y su mítico video, que la Mtv no paraba de emitir cuando esta cadena valía la pena) y “Face Pollution”. Reconozco que ya incluso en la época la cara B siempre me pareció inferior, pero lo dicho, sólo por las anteriores Soundgarden llegó a lo más alto. Duracos, muy duracos y contundentes, la poderosa voz de Chris Cornell, probablemente el mejor cantante de su generación, se colaba afilada entre el muro de sonido que creaban Kim Thayil, Matt Cameron y Ben Sheperd.
Hasta tiempo después no descubriríamos los discos anteriores y su más que evidente influencia de Black Sabbath. No había internet, había que comprarse los cds para saber qué había en ellos.
Tres años después, en 1994, todo volaría por los aires con la edición de “Superunknown”. 3100 pesetas me costó el cd en aquel momento y reconozco que una primera escucha me dejó un poco frío. Allí no había casi rastro de ese rollo duraco del Badmotorfinger. Pero cuanto más lo escuchaba más me iba metiendo en el que hoy en día es uno de mis discos favoritos.
Superunknown está lleno de riffs oscuros y extraños, de melodías fuera de lo común y sorprendentes cambios de ritmo y tono.

Temas depresivos y oscuros (el único supuesto detalle “grunge” del grupo) y un Chris Cornell pletórico que te llevaba de arriba abajo a lo largo de los 70 minutacos sin desperdicio que duraba el disco, desde “Let me drown”, “Superunknown”, “The day I tried to live”, “Limo Wreck”, buffff, lo escucho mientras escribo y se me eriza el pelo de la nuca.
Para ese momento yo ya me había dado cuenta de que Soundgarden sería uno de mis grupos favoritos forever and ever.
Para entonces ya me había comprado, en entrañable vhs, "Motorvision" , su único directo, y adquirido los primeros discos, sobre todo “Ultramega OK”, donde la sombra de Black Sabbath, es alargada, pero ya se ve venir lo que sería Badmotorfinger.
Después vendría el “Down on the upside”, otro estupendo disco, no tan grande como el anterior , pero sin duda infravalorado, poco sabíamos entonces que la cosa llegaba a su fin.
Por esa época fui a verlos a la Peineta, en Madrid, pero de teloneros de Metállica, y es algo que no os recomiendo hacer. Ir a ver a un grupo de telonero es ir a encabronarte por que tocan poco, flojo y no son apreciados. No sabéis las ganas de matar a los que estaban a mi alrededor pidiendo que salieran ya los mazas de Ulrich y company.
Y entonces, sin mediar más, se separan.

Que si tensiones entre los miembros, que si tal, que si cual, en resumen, nos quedamos huérfanos (Alice In Chains desaparecidos, Pearl Jam perdidos, Nirvana en el más allá) En estos años ha habido un poco de todo: Wellwater Conspiracy(banda bastante interesante del batera Matt Cameron), Pearl Jam, Audioslave, Johnny Cash haciendo inmortal "Rusty Cage", y dos discos en solitario de Cornell tiroteando por completo su merecida fama como compositor y cantante. Y ahora, igual que se separaron, han vuelto. Están girando a manta por los USA y a juzgar por las imágenes están en plena forma. Las viejas canciones suenan de puta madre y Cornell mantiene alto el listón que dejó, con su melena al viento, como en los viejos tiempos. Desde aquí sólo podemos babear pensando en la posibilidad de verlos en condiciones en una sala cojonuda por los Madriles, y volver a corear esos himnos alucinantes que tantas y tantas veces hemos cantado (la mayoría de las veces mientras sobrevolábamos los campos del honor) Pronto editarán un nuevo recopilatorio, Telephantasm, y el cebo es este tema descartado las sesiones de Badmotorfinger, “Black Rain”. Os dejo el nuevo vídeo de la canción donde Soundgarden meets ¡¡Dethklok!!