Si os parais a leer vereis que sale Don Johnson, siglos antes de destrozar retinas con su look blanco hortera de Miami |
En 1971 se estrena “Zachariah”. Producto hippylongo de
serie B con ínfulas ácidas y trascendentales, que intenta mostrar el devenir
trascendental de su homónimo protagonista de acuerdo con la novela “Siddartha”,
de Hermann Hesse. A medio camino
entre lo surrealista y el musical, la publicidad de la época la anuncia como un
“western eléctrico”, sobre todo por
la banda sonora, compuesta a ritmo de rock, y donde suenan dos grupos capitales
de la época, lo hippies Country Joe and
the Fish y James Gang en su
mejor formación, con esa bestia parda llamada Joe Walsh en formato de trío brutal.
Cada vez que suena un tema de éstas bandas, aparecen
ellos en escena interpretándolo, práctica habitual del cine contracultural y
hippy de la época.
Country Joe incluso interpretan a una banda de ladrones algo
desastrosos (The Crakers) en la peli.
James Gang. Cowboy eléctricos |
James Gang toca dos temazos. La potente “Country
fever” la despachan actuando en un saloon. Pero es el otro tema, “Laguna
salada”, el que me dejó clavado al sofá. Después de unos minutos de
créditos iniciales, un zoom nos muestra una guitarra eléctrica transparente
apoyada en un amplificador. Comenzamos a oír los potentes acordes del tema
mientras la imagen sigue a Zachariah por el desierto, cuando en un corte lo que
vemos es la sombra de Joe Walsh, el enorme guitarra de James Gang. Lo
siguiente son ellos tres tocando este
demoledor y tremendo “Laguna Salada”,
sólo flanqueados por los amplificadores. Ni siquiera están cerca del
protagonista. La cámara se aleja y los sitúa en medio de un desierto naranja y
enorme que llenan totalmente con su imponente canción. Las tomas del grupo se
montan con las de Zachariah, que quedan un tanto ingenuas para mi gusto, sobre
todo en comparación de lo intenso del tema que las acompaña. La
canción no sólo hace de score para la intro de la película, las imágenes del
grupo tocando también se alejan de la acción y parece que estamos
viendo un video del grupo. Que le den a la linealidad de la acción cinematográfica.
Decir que tocar en medio del desierto es una de mis grandes ilusiones es quedarse corto. La imagen de los tres tíos emocionados en la mitad de ninguna parte, zumbando un pedazo de tema machacón y sinuoso, con esos riffs épicos de Joe Walsh tiene una fuerza acojonante, y es otra de señales que anticipa lo que será el stoner.
Y es que de “Laguna
Salada” a “One Inch Man” no
hay tanta distancia.
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