viernes, 15 de junio de 2012

Western eléctrico


Si os parais a leer vereis que sale Don Johnson,
siglos antes de destrozar retinas con su look blanco hortera de Miami
En 1971 se estrena “Zachariah”. Producto hippylongo de serie B con ínfulas ácidas y trascendentales, que intenta mostrar el devenir trascendental de su homónimo protagonista de acuerdo con la novela “Siddartha”, de Hermann Hesse. A medio camino entre lo surrealista y el musical, la publicidad de la época la anuncia como un “western eléctrico”, sobre todo por la banda sonora, compuesta a ritmo de rock, y donde suenan dos grupos capitales de la época, lo hippies Country Joe and the Fish y James Gang en su mejor formación, con esa bestia parda llamada Joe Walsh en formato de trío brutal.
Cada vez que suena un tema de éstas bandas, aparecen ellos en escena interpretándolo, práctica habitual del cine contracultural y hippy de la época.
Country Joe incluso interpretan a una banda de ladrones algo desastrosos (The Crakers) en la peli.
James Gang. Cowboy eléctricos
James Gang toca dos temazos. La potente “Country fever” la despachan actuando en un saloon. Pero es el otro tema, “Laguna salada”, el que me dejó clavado al sofá. Después de unos minutos de créditos iniciales, un zoom nos muestra una guitarra eléctrica transparente apoyada en un amplificador. Comenzamos a oír los potentes acordes del tema mientras la imagen sigue a Zachariah por el desierto, cuando en un corte lo que vemos es la sombra de Joe Walsh, el enorme guitarra de James Gang. Lo siguiente son ellos tres  tocando este demoledor y tremendo “Laguna Salada”, sólo flanqueados por los amplificadores. Ni siquiera están cerca del protagonista. La cámara se aleja y los sitúa en medio de un desierto naranja y enorme que llenan totalmente con su imponente canción. Las tomas del grupo se montan con las de Zachariah, que quedan un tanto ingenuas para mi gusto, sobre todo en comparación de lo intenso del tema que las acompaña. La canción no sólo hace de score para la intro de la película, las imágenes del grupo tocando también se alejan de la acción y parece que estamos viendo un video del grupo. Que le den a la linealidad de la acción cinematográfica.


Decir que tocar en medio del desierto es una de mis grandes ilusiones es quedarse corto. La imagen de los tres tíos emocionados en la mitad de ninguna parte, zumbando un pedazo de tema machacón y sinuoso, con esos riffs épicos de Joe Walsh tiene una fuerza acojonante, y es otra de señales que anticipa lo que será el stoner.
Y es que de “Laguna Salada” a One Inch Man no hay tanta distancia.

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