Del éxito de Stoya. Si amigos, otra entrada sobre porno, o mejor
dicho sobre mentes calenturientas, que no es lo mismo.
Una de las mujeres más guapas que se han dedicado al negocio
( o se han puesto delante de una cámara), Stoya posee un físico un tanto
peculiar para los convencionalismos recauchutados de la cada vez más
convencional industria del porno estadounidense. Ultra delgada y blanca como la
leche, además de ser poco guarra, la actriz parecía ir de cabeza a un círculo
más reducido de (fanáticos, eso sí) admiradores, no a encabezar repartos de su
elección y a contar con películas enteras dedicadas a ella.
Establecido como está este blog en la viscosa y húmeda
barrera entre lo explícito y lo oculto, en esa sensación insinuada y estupenda
que responde al nombre de Morbo ¿Cómo explicar aquí el secreto a voces del
éxito de Stoya sin poner una escena de una de sus películas? Precisamente he
encontrado dos vídeos que nos aclaran todas las grandes incógnitas lanzadas en
esta entrada. El poder de la insinuación sobre lo explícito, más o menos el erotismo
sobre su hermana desinhibida la pornografía en cuanto que se superponen.
Imaginar lo que hay debajo de la ropa es más sugerente que mirar directamente.
Con tan sólo sus gestos y gemidos la actriz nos lleva a
donde ella quiere. Si Morbo es imaginar lo que se nos oculta, lo que creemos
ver, Stoya es puro Morbo. Y a las pruebas me remito.
Primero su primera aparición pública, en un vídeo del grupo tecno Innerpartysystem. De aquí a comenzar a hacer pelis sólo le quedaba un paso.
Después algo más bizarro. Poca gente sabe que nuestra protagonista es un coco con patas, menos pedante que Sasha Grey, interesada en todas las vertientes de su trabajo, una profesional del erotismo intelectual, podríamos decir.
Estas imágenes pertenecen al proyecto artístico de Clayton Cubitt llamado Literatura Histérica, entendiendo histeria tal y como la veían a finales del siglo XIX, una enfermedad femenina que se curaba rápidamente mediante el uso de consoladores y vibradores, haciendo alcanzar a las mujeres el orgasmo ( o paroxismo histérico).
PD - En el primer vídeo, de cintura para abajo se encontrada el novio de aquel entonces de Stoya, ocupando su lengua de una manera bastante eficaz; en el otro es un vibrador el que retuerce a la lectora. Lo comento a modo de información, pero ¿a que da igual saberlo?
PD II - Aún hay un tercer vídeo que no me resisto a linkar, mucho más suave, pero no menos sugerente, perteneciente a la sesión de la que sale la foto que encabeza esta morbosa entrada.
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