Johnny Thunders nos saluda desde la portada del imprescindible tratado de rock auténtico que es "Acordes Rotos" |
Se puede escribir sobre
música mejor o peor, criticarla u opinar mejor o peor.
Lo realmente difícil es
escribir acerca de cómo se siente esa música. Está prohibido hacerlo mal,
porque de ser así te estás engañando a ti mismo y a quien te lea, si es que además
tienes la infinita suerte de que alguien se interesa en tus opiniones y
sensaciones.
Si escribes desde el
corazón y los huevos es imposible hacerlo mal, fallarle a esa música que estas
latiendo mientras redactas. Y si encima tienes talento para reflejar esas
sensaciones en el papel, la cosa se convierte en algo más grande, sale volando
y te traspasa la cabeza, y cuando acabas de leerlo sabes que no sólo se ceñía a
este o aquel cantante, esta o aquella canción. Lo que
acabas de leer ha llegado adonde no lo suele hacer la crítica especializada.
Todo eso lo hace a la
perfección Fernando Navarro, redactor del diario El País y colaborador habitual
del suplemento cultural Babelia, las revistas Ruta 66, Efe Eme y Rolling Stone.
Precisamente a través de la Ruta, más concretamente del (muy recomendable) blogde uno de sus directores, Alfred Crespo, conocí la existencia del libro de
Navarro, “Acordes rotos. Retazos eternos de la música norteamericana”, publicado
dentro de la nueva editorial dedicada al rock dirigida por la gente del Ruta 66
rpm .
Lo
compré y me rendí.
El hombre rezuma pasión por la música,
sobre todo norteamericana, y es capaz de, ahí viene la parte difícil, compartir
contigo esa pasión particular, ponerte a su lado y admirarla como él.
Willy DeVille no podía faltar en una lista de "malditos" del rock |
En el libro repasa en cortos pero
concisos pasajes los hechos de 33
músicos norteamericanos con la
carrera truncada de una manera u otra, ya sea muerte temprana (Jimi
Hendrix, Jeff Buckley, Buddy Holly), una fama esquiva (Fred Neil, Bobby
Charles) o la discriminación más pura y dura( Bessie Smith). Al tiempo que
describe sus estilos, orígenes, logros y pérdidas, nos desentraña otra historia,
la de Estados Unidos, la real, la que segregaba blancos de negros, la de la
depresión, la del subidón sesentero y la decepción consiguiente con Vietnam. Y
lo hace todo de una manera tan natural que al final todo encaja, como si el
tema tratado tuviera alguna especie de lógica. Sin engorros o rimbombancias,
con un estilo limpio y cómodo, Fernando te lleva de la mera nota en la
enciclopedia (el hombre se lo ha leído TODO acerca de la música popular americana)
a aquella sensación que le supuso escuchar aquel tema.
Y la sinceridad y la habilidad hacen el
resto. Ya no estás leyendo sólo una bio de Johnny Thunders, estas delante de
él, descrito en cuatro párrafos. Johnny y su música, su entorno, su historia,
en cuatro putos párrafos perfectos.
Es un lujo tener a alguien así
escribiendo de rock en nuestro idioma, tan poco prolijo en aproximaciones a la
música anglosajona.
Y si todavía alguien alberga ciertas reticencias
ante la compra del libro no tiene más que pasarse por su imprescindible blog,
donde la capacidad de emocionar de Fernando se multiplica, libre de las presiones
de la página escrita.
Lo dicho, todo un lujo tener a un señor así en nuestros lares.
Jeff Buckley, nunca será suficiente |
Solo espero que la senda no pare, y que
el bueno de Fernando escriba montones de libros acerca de música, ya sea rock,
soul o lo que le salga de los cojones, que ahí estaremos esperando para
devorarlo.
Y es que en el fondo Fernando Navarro es
todo un músico, como bien explica en el prefacio del libro: “ Espero que el
lector disfrute de “Acordes rotos” tanto como yo escribiéndolo. Si de su
lectura surge la necesidad de buscar en la discoteca personal y escuchar un
disco de uno de los 33 músicos tratados o se consigue despertar el suficiente
interés como para conocer la obra de alguno de ellos, entonces, será lo más
cerca que he estado de saber qué se siente al componer una canción y que el
oyente aprecie su propósito interior. Y tan importante como eso sería que este
libro fuera capaz de mostrar ligeramente el retazo de la música que contiene.
El retazo de un sonido hecho con pasión por gente corriente para la gente
corriente."
No hay comentarios:
Publicar un comentario