El otro día fui a ver Tropic Thunder, y lo primero que me dio por pensar es en lo malo que es Ben Stiller cuando actúa para otra gente y lo bien que le salen sus propias pelis. Estamos acostumbrados verlo en ese personaje de hombre apocado, de tío normal con pinta de gracioso al que superan las circunstancias y que si al final se queda con la chica es por que ha conseguido fama y es una estrella, por que si no sería el eterno segundón. La única que me gusta haciendo ese papel es Algo pasa con Mary, aunque creo que él está ahí como contrapunto al disparate del resto, por lo que es la película la que está bien, no Ben Stiller. Punto aparte es su intervención en la espectacular “Los Tenenbaums” donde, como no, NO HACE ESE PAPEL, al contrario, es un padre estricto que intenta evitar ser lo que su propio padre fue con él.
Obviando “Bocados de realidad” y lo repelente que está Winona Ryder en esa película (incluso más de lo normal) la primera película que dirige Stiller que da en la diana es la genial Zoolander. Obra de culto o lo que queráis, para mí es simplemente una obra maestra. Del cine de parodia o de lo que sea. Toda la carrera de Derek Zoolander desfila ante nosotros y eso hace que el personaje, dentro de lo extravagante que pueda ser, nos parezca creíble. O acaso creéis que no hay modelos descerebrados y mega diseñadores estrafalarios como Mugatu, el verdadero genio de la peli, Will Ferrell.
Ahora Stiller apunta al cine bélico. Teniendo claro que no es una parodia del género simplemente, sino de la manera en que Hollywood ha hecho ver la guerra en sus películas. El blanco de los dardos en esta ocasión es la industria del cine de Hollywood, la industria del blockbuster animal y exorbitado encarnado en última instancia por ese productor gordo y calvo de quién no daré más pistas para dejaros disfrutar de la sorpresa al descubrirlo.
Igual que ocurría en Zoolander, y a modo de acercarnos más a esos ficticios intérpretes nada más empezar podemos ver trailers falsos de películas de cada uno de ellos, creando así en diez minutos un resumen de lo que es la industria americana hoy en día: el action hero venido a menos (Sylvester Stallone?), el actor serio y concienzudo (Daniel Day Lewis?) hasta el que triunfa por una chorrada de película de pedos (Eddie Murphy?)
Y si antes fue Will Ferrell el que se llevaba el gato al agua, aquí es Robert Downey Jr. el que acapara la atención. Ejemplo de áctor del método total “Yo no leo el guión, el guión me lee a mi”, comenta en una ocasión, ganador de 5 oscars y no se cuantos globos de oro se tinta la piel para hacer un papel de negro en la película. Con unos ojos imposiblemente azules Downey Jr. nos demuestra otra vez porque es uno de los más grandes, aguantando el tirón a jovencitos Highschooles de mierda con su jeta de estar de vuelta de todo (después de meterse de todo). Todo un rock star.
Ben Stiller, sigue haciendo tus películas, sobre temas que conoces y a los que tan bien sabes sacar punta juntándote con genios como Ferrell o Downey Jr, y deja de trabajar para otra gente en mierdacas como De repente llegó ella o Matrimonio Compulsivo.
PD: La de Zohan no se queda atrás en crítica mordaz a un tema aún más serio aún , el conflicto árabe-israelí que, afortunadamente, trata sin respeto ninguno, pero cae en un conformismo de final feliz que jode lo que podía haber sido algo mucho más interesante.
Obviando “Bocados de realidad” y lo repelente que está Winona Ryder en esa película (incluso más de lo normal) la primera película que dirige Stiller que da en la diana es la genial Zoolander. Obra de culto o lo que queráis, para mí es simplemente una obra maestra. Del cine de parodia o de lo que sea. Toda la carrera de Derek Zoolander desfila ante nosotros y eso hace que el personaje, dentro de lo extravagante que pueda ser, nos parezca creíble. O acaso creéis que no hay modelos descerebrados y mega diseñadores estrafalarios como Mugatu, el verdadero genio de la peli, Will Ferrell.
Ahora Stiller apunta al cine bélico. Teniendo claro que no es una parodia del género simplemente, sino de la manera en que Hollywood ha hecho ver la guerra en sus películas. El blanco de los dardos en esta ocasión es la industria del cine de Hollywood, la industria del blockbuster animal y exorbitado encarnado en última instancia por ese productor gordo y calvo de quién no daré más pistas para dejaros disfrutar de la sorpresa al descubrirlo.
Igual que ocurría en Zoolander, y a modo de acercarnos más a esos ficticios intérpretes nada más empezar podemos ver trailers falsos de películas de cada uno de ellos, creando así en diez minutos un resumen de lo que es la industria americana hoy en día: el action hero venido a menos (Sylvester Stallone?), el actor serio y concienzudo (Daniel Day Lewis?) hasta el que triunfa por una chorrada de película de pedos (Eddie Murphy?)
Y si antes fue Will Ferrell el que se llevaba el gato al agua, aquí es Robert Downey Jr. el que acapara la atención. Ejemplo de áctor del método total “Yo no leo el guión, el guión me lee a mi”, comenta en una ocasión, ganador de 5 oscars y no se cuantos globos de oro se tinta la piel para hacer un papel de negro en la película. Con unos ojos imposiblemente azules Downey Jr. nos demuestra otra vez porque es uno de los más grandes, aguantando el tirón a jovencitos Highschooles de mierda con su jeta de estar de vuelta de todo (después de meterse de todo). Todo un rock star.
Ben Stiller, sigue haciendo tus películas, sobre temas que conoces y a los que tan bien sabes sacar punta juntándote con genios como Ferrell o Downey Jr, y deja de trabajar para otra gente en mierdacas como De repente llegó ella o Matrimonio Compulsivo.
PD: La de Zohan no se queda atrás en crítica mordaz a un tema aún más serio aún , el conflicto árabe-israelí que, afortunadamente, trata sin respeto ninguno, pero cae en un conformismo de final feliz que jode lo que podía haber sido algo mucho más interesante.
2 comentarios:
YO TENGO GANAS DE VERLA...ME RIO MUCHO CON ESTE TIO, Y SEGURO KE KON ESTA PELI NO SERÁ PÁ MENOS.
Está cojonuten, Vete corriendo a verla que es un descojono
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