viernes, 5 de diciembre de 2008

Dave "Minnesota Fats" Wyndorf


Bufff, vaya semana, sin comerlo ni beberlo he metido en el jueves sin contaros todavía nada del conciertazo al que fuimos el viernes en los madriles el Payodeono, David y un servidor.
Primero unos teloneros bastante recomendables, Nebula, con un batería loco perdido (como deben ser los baterías) que nos soltaron unos cuantos trallazos stoner entre pecho y espalda.
Entonces llegó el gran momento y vimos como Monstermagnet bajaban por un lateral e iban subiendo el escenario, en plan NBA.
Una vez arriba nos asaltó la sorpresa. Dave Wyndorf, el cantante, la superestrella, la cabeza de Monstermagnet, estaba gordo como una nutra. No era una barriga cervecera como la que cada uno llevamos con más o menos dignidad, aquel hombre estaba hinchado. 20 kilos más no se si sería exagerar demasiado. Las manos regordetas, pantalones extra grandes. ¿Qué había pasado? ¿Qué le había ocurrido al narcisista y excesivo Wyndorf para dejarse de aquella manera? y lo más importante ¿Se ha abandonado y ya no tiene aguante para esto, ha venido sólo a cobrar y a dar un espectáculo lamentable?
Pues esa última duda, la única que nos incumbía, se disipó de inmediato. En cuanto los acordes del primer tema comenzaron a sonar aquel hombre demostró que el que tuvo, retuvo, y que si bien podía haber ganado todos los kilos de mundo, la garganta la seguía teniendo en perfectas condiciones porque vaya tela. Cantaba, gritaba, aullaba, jadeaba, mejor todavía que en los discos. Al momento todo daba igual, allí estaban pasando cosas que escapaban a nuestra comprensión, estábamos viendo a Monstermagnet por fin y la cosa funcionaba.

Ya os comenté la banda en realidad la componen Wyndorf y Mundell, el guitarra, al que le había pasado todo lo contrario que a su compañero, como si el otro se lo comiera todo lo de la nevera del autobús de gira y no dejara ni una migaja para el rubio guitarrista, flaco total. Como decía, se notaba que el resto (otro guitarra, bajo y batería) eran unos chavales contratados que cumplían como podían, y de no ser por lo jilipolllas que me resultó el bajista, intentando todo el rato hacer payaso y llamar la atención, diría que cumplieron a la perfeccción.
El repertorio fue tan bestial que sólo de recordarlo se me eriza el vello de la nuca. Temazos del Powertrip, Dopes to infinity y God says no sobre todo. Alguna de Monolithic Baby y las que nos llegaron al alma al Payodeono y a mi, dos trallazos del Superjudge, el principio de todo, la ya mítica Twin Earth (recordais, el video de la cruz de terciopelo) y la psicodelico - Hawkwind - locura - total Cage around the sun.

Sobre proyecciones de pin ups de los años cincuenta y montones de viñetas clásicas de la Marvel Wyndorf se iba creciendo exponencialmente y el concierto iba degenerando cada vez más en un trip asombroso. El uso que hace este hombre del eco en la voz debería estudiarse. Detrás de él tenía una especie de theremin o no se que aparato generador de ondas, que le conferían a todo un ambiente extraño y psicodélico. Y esas guitarras, que se doblaban cuando había que hacerlo para crear un impresionante muro de sonido, cuando no metían wah wahs y mil efectos posibles. Ed Mundell es el típico guitarra cabronazo que toca lo más acojonante del mundo haciendo que parezca fácil encima.

Al salir comentábamos que quizás lo que le ha ocurrido a Wyndorf está motivado por algún tipo de medicación antidepresiva por su intento de suicidio, pero de lo que si estábamos seguros es de que el hombre ha vuelto por sus fueros, y que actuar incluso estando en ese estado tan poco favorecedor lo reafirma en su calidad como intérprete y rockstar. Parece que tocar fondo te encamina hacia lo que de verdad quieres o necesitas, más allá de delirios de grandeza.
Brindaré este largo finde varias veces por un recuperado Dave Wyndorf, por que siga haciendo lo que esa noche vimos que es su vida y para lo que ha nacido: tocar rock a manta, puro y duro, sin más chorradas ni preocupaciones.
PD - Todos los vídeos que acompañan esta entrada son del concierto del que hablo, la sala Heineken el pasado 28 de noviembre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me mola mm
Dave abuso del sexo droga y rnr
Pero son muy talentosos

Saludos desde buenos ayres