Cuidado con la productora |
Ayer recuperé “Zombieland”, esa divertida peli de zombies que camina por ese delicado lugar entre el terror y la comedia de “Zombies party”. Y aunque no llega a la calidad de aquella, está bastante bien.
Un detalle que me encanta de la peli es que inserta rótulos en medio de las escenas. Sobre todo las reglas del protagonista, (Cinturones de seguridad, mirar siempre en el asiento de atrás, estar en forma, rematar a los zombies…) que aparecen en medio de los decorados, a veces tapados por otros objetos y afectados por ellos: se caen de la maleta, hacen ruido al romperse, etc
Pero donde este recurso alcanza cotas geniales es en los tremendos créditos del principio, donde a ritmo de una apocalíptica canción de Metallica van pasando los principales nombres de la producción mientras una sucesión de grotescas persecuciones de zombies irrumpen entre ellos, destrozándolos. Las escenas van de lo clásico, como una típica carrera delante de un no muerto (los zombies de la peli corren como cabrones) a estampas auténticamente american way of life, como una stripper zombie y tetona corriendo tras un cliente con billetes en su tanga todavía o un tipo con una pancarta anunciando el fin del mundo.
Mi favorita es una carrera de esas típicas de padre e hijo, con los pies contrarios atados.
Cine dentro del cine.
Me jode cuando los créditos son espacios vacíos que te dan ganas de adelantar.
Ya se que no todos pueden ser pequeñas obras de arte dentro de la peli, como los del actual genio de los créditos, Kyle Cooper, que con la intro de "Seven" a ritmo industrial de Nine Inch Nails anticipaba de manera genial lo que se avecinaba.
3 comentarios:
En la secuencia de la striper, sale otro por detras manteniendo en equilibrio una buena jarra de cerveza. Bonito detalle
Si, ya me había fijado, la verdad es que no la entiendo. Un rata que piensa que si se la deja se la beberá otro? Claro que la del camarero con una metralleta...que además caerá , por que no esta viendo que le viene uno por detrás
Puede ser la última cerveza de su vida...
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