martes, 29 de mayo de 2012

Pigmeo


"Solo aquel que conquista la juventud, ganará el futuro"
Adolf Hitler


Pigmeo acaba de llegar a los EEUU. En un programa de intercambio promovido por la una agrupación parroquial de xxx. Pequeño para los trece años que tiene, viaja junto con otros compañeros de lo que parecen ser países del este o China, antiguo eje comunista.
Allí conocerá nuevas formas de racismo y condescendencia hacia todo lo que no sea norteamericano.
Podrá inspeccionar el modo de vida libertino y desenfrenado de la juventud estadounidense. Su irrisorio programa escolar, sus vergonzantes intentos académicos de favorecer la mezcla de fluidos entre los estudiantes mediante lo que llaman “bailes”.

“…el agente-yo explica que le han contado que en América todas las señoras están alegremente liberadas para dejar siempre al desnudo sus muchas vaginas fragantes. Que ninguna posee virginidad. Que desarrollan hobby de disfrutar muchos abortos frecuentes. Siempre ansiosas por colocar húmedas bocas de señoras en torno a los genitales de los caballeros…”

El vacuo y sinsentido culto a una figura de yeso enorme clavada a una falsa cruz de madera que sangra pintura roja, mientras un diablo sudoroso alecciona sobre pecados que él mismo comete.

“…Las bocas bocas de todos los miembros del culto se ponen a aullar, a vociferar palabras sacadas del libro…Cacofonía de ladridos de bocas abiertas de pez, todas abiertas al unísono, con las cabezas echadas hacia atrás para apoyar las miradas en la falsa víctima masculina de torturas con su sangre pintada. Muchos perros ladrándole a la luna…”

Porque Pigmeo pertenece a una célula terrorista, aleccionada por el estado desde los cuatro años para acabar con el demonio americano, extinguir la raza que sojuzga a todas las demás a costa de aniquilar su fuente de odio tan bien aprendido/inculcado.
Pigmeo ha sido enseñado a no destacar, a pesar de poseer conocimientos de maestro en artes marciales o física y química.
Se infiltrará en las aulas estadounidenses, entre su juventud, esa olla a presión de hormonas y deseo sexual incontrolado, dirigido por incompetentes profesores que no enseñan nada útil.

“…Para que conste en acta, las instalaciones de educación americana están destinadas a humillar a los jóvenes nativos y destruir todo el respeto que puedan tenerse a sí mismos. Las tareas se asignas calibradas a destruir su autoestima…” 

Pigmeo debe llevar a cabo la Operación Estrago, que acabará con el demonio norteamericano.
Si puede evitar las extrañas sensaciones que suben desde su entrepierna por la hermana de intercambio, la hermana-gata.
Una fan fatal de Palahniuk.

“…Habría sido posible en un solo instante vertiginoso como la centella, usar los codos doblados y afilados como lanzas para lanzar el golpe Doble de Ánguila Planeadora, pata-bum […] Y habría sido posible hurgar. Abrir a la fuerza, en seco, todo fricción, desprendiendo la tierna membrana hasta que plof-plof, la punta goteante de mi arma se encajara en el fondo de la ranura virgen del músculo vaginal.
Tal vez por la única culpa del afecto, las manos del agente-yo no han derribado a la hermana-huésped a golpes, no han dejado a la hermana-gata inconsciente para poder penetrarla con el arma turgente y cometer la maniobra del Coito Conejo, chof-chof, y vaciar el contenido de los testículos para inundar sus óvulos viables americanos.
Tal vez el afecto profundo y verdadero se defina por no penetrar la vagina sin consentimiento…”
Pigmeo es una novela de Chuck Palahniuk. Un tanto floja en conjunto (y horrible en su final) que no defrauda en cuanto a ostiar cualquier convención establecida. Aquí sobre todo el racismo, la educación juvenil y los totalitarismos, sean religiosos, capitalistas o comunistas. Crítica social, lavados de cabeza, mal gusto y humor marca de la casa, hecha con el automático quizás, pero marca al fin y al cabo. Lo que salva la novela es escuchar hablar al pequeño Pigmeo, la peculiar manera que tiene de explicar lo que le rodea, como el propio  Chuck ni se esforzara en crear personajes y hablara directamente.
Siempre es interesante ver en que fango se va a meter Chuck Palahniuk, que mantiene un envidiable ritmo de publicación, dispuesto a darte tu ración anual de mala leche, cinismo y …jabón.
Y si de vez en cuando sale un "Club de la Lucha" o un "Rant" pues mejor que mejor

1 comentario:

Alice in chains dijo...

He de reconocer que en mitad del post he tenido que empezar a leerlo de nuevo porque no entendía nada, he pensado ¿Se ha hecho de una secta? Pero todo tenía una explicación