Never mind the bollocks

Esta tarde llega el Johnny Rotten gallego al poblado. Igual que hicieran los Sex Pistols ya hace algún tiempo, vuelve por fin después de dar muchas largas al tema de la “gira”. Será un finde de cerves, perrear por los bares y contar batallitas, porque cuando te reencuentras con alguien que no ves desde hace 8 años es difícil hablar de otra cosa. En cuanto te has puesto al día en lo ocurrido este tiempo lo que queda es lo que pasaste, y la verdad es que con el gallego la cosa ha sido más bien nocturna y etílica, las mejores historias vamos, como aquella vez que hicimos botellón en su coche, dentro del garaje, uno de esos donde cabía el coche y poco más, y el tío insistía en encender el motor para poner la calefacción. Afortunadamente, como podréis comprobar al leer esto, no le dejamos hacerlo, sino hora seríamos 5 menos.
Todos nos sentiremos como si no hubiera pasado el tiempo y durante unas horas estaremos en los finales del siglo pasado, solo que con más dinero y kilos y menos pelo. La depresión post finde dependerá de cómo se ha enfocado la cosa: de forma natural, como un viaje de ida y vuelta pactado de antemano, una visita rápida a un sitio en el que viviste a gusto, pero de el que ya te mudaste adonde estás ahora; o con amargura por haber dejado atrás supuestos tiempos mejores.
La diferencia entre una y otra supongo que será la madurez.

Joder, la cosa se me ha puesto seria. Os pongo por aquí el celebrities del otro día de Muchachada para que os partáis un poco el ojaldre a costa del insigne Fernando Sánchez Dragó