martes, 20 de mayo de 2008

Miedo y asco ...3


En un mes Gilliam y su amigo Tony Grisoni lograron hacer su adaptación del guión a la idea del director y después del inevitable retraso en los plazos de caducidad de los derechos, y la tacañería habitual de la productora, que no inició hasta que ató a todo el mundo por lo mínimo, (Depp y del Toro cobraron un ridículo salario de medio millón de dolares además de parte en la recaudación) comenzaba el rodaje en agosto de 1997.
La canción de los Rolling StonesShympathy for the devil” también se vió afectada por los recortes. Thompson describió el mítico tema como una parte tan importante de la escritura de Miedo y asco en Las Vegas como los prpios ritmos de su prosa. En 1998 Gilliam defendía la no inclusión de “Sympathy for the devil “ (cambiada por otro el tema alucinógeno por antonomasia, el “White rabbit” de los norteamericanos Jefferson Airplane) basándose en dos razones de peso: no funcionaba con el ritmo de montaje de la película, y la letra de la canción, estrupenda, no podía entenderse mientras Johnny Depp hablaba al mismo tiempo. Parece que otra de las razones de peso tenía relación con el dinero que costaban los derechos. Más de un tercio de la partida presupuestaria dedicada a la banda sonora (300.000 dólares) era para los Rolling Stones. Gilliam prefirió quedarse el dinero para otros menesteres
No es fácil imaginar a Thompson contándole batallitas a Johnny Depp. Escritor de personalidad escindida, astuto constructor de universos mentales, Thompson se enfrentó a su radiografía del sueño americano con las distancia y la virulencia de quien vive sus guerras personales entre los duros límites semiesféricos de su craneo. “Thompson no fue a Vietnam” explica Gilliam “ Él es un periodista que no cubrió la guerra. Tomando drogas creó una zona bélica en su cabeza, bombardeando su psique, y entonces se fue a Las Vegas e informó sobre lo que allí ocurría como si fuera un corresponsal de guerra. Prefirió crear una guerra química en su cabeza para relacionarse con el mundo antes que irse a la guerra real y llevarse un disparo con balas reales.” Observando de cerca de la electrizante composición de Johnny Depp - idéntica en forma y fondo al lenguaje corporal de Hunter S. Thompson - no es fácil dejar de pensar en una versión periodística de “ El pájaro loco”. Depp consiguió, después de convertirse en la sombra del escritor durante varios meses, imitar los gestos arritmicos de Thompson con la vehemencia de un cartoon enloquecido. La prueba está en las sucesivas aparciciones públicas de la pareja, donde dejaban al público asistente con la boca abierta, ambos parecían hermanos de sangre. Depp llegó incluso a hacer una lectura en un acto de homenaje a Allen Gingsberg sustituyendo, literalmente, a Thompson, nadie se percató del cambio. La ley de la mutación irreversible que el periodista “gonzo” proclamaba como paradigma del reportaje de investigación había tomañdo cuerpo en este ex- Ed Wood reconvertido en plumilla drogadicto. Thompson le dijo a Depp que se pusiera dos cubitos de hielo en la boca por que así “ hablaría raro” y le presto sus propias ropas porque su opinión sobre las camisas hawaianas que la encargada de vestuario había seleccionado era un elocuente “fucking shit!” Esto es, también, un ejemplo de la actitud que Thompson tuvo durante el rodaje de “Miedo y asco en Las Vegas”: siempre estaba al otro lado del teléfono cuando se le necesitaba. No es casual que, después de ver la película en uno de los primeros pases, no dudara en decir que le parecía “una obra maestra”.

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