Ya son cuatro (va para cinco por la hora que es) días trabajando de nuevo después de casi tres semanas de vacances (he dicho casi, no empeceis a gritarme) y se acabaron, como todo. El verano más extraño de los últimos tiempos. Como estar a millones de kilómetros, fuera de lugar totalmente. Perdido en medio del desierto, sin saber muy bien que hacer. Todavía no lo se ¿Alguien tiene una cantimplora a mano? Se me están acabando las excusas. Por lo pronto esa semana he empezado un plan que espero me aleje de convertirme en un (mayor) gran mamífero, ya os contaré que tal me va. Espero que esto acabe como un episodio más del Equipo-A y “los planes salgan bien”. Pero ya se que los planes no salen nunca ni bien ni mal, sino como lo tienen que hacer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario